Sólo hay una institución más progre que una comunidad autónoma gobernada por los socialistas que es, naturalmente, una dirigida por el Partido Popular. Las pruebas son tan numerosas que resulta ocioso insistir en ello, pero por si algún despistado todavía duda del interés de las administraciones populares en, por ejemplo, la lucha eminentemente progresista contra los efectos ciertamente huidizos del cambio climático, a continuación tienen dos claros ejemplos de la forma en que el PP nos hace a todos más "sostenibles" y mejores personas. Eso sí, utilizando el dinero de todos los contribuyentes, sea cual sea su grado particular de angustia en lo que a la sostenibilidad del planeta o el uso de energías alternativas se refiere.
Comenzamos por Valencia, comunidad autónoma que jamás defrauda a la afición a la hora de derrochar el dinero público por los motivos más bizarros. En este caso, el diario oficial de la Comunidad Valenciana tiene en marcha una convocatoria de subvenciones para que la gente pudiente cambie las ventanas de sus chalets por otras más eficientes en términos energéticos.
Los contribuyentes valencianos van a entregar, lo quieran o no, 2.150.000 euros -de hecho ya se los han sacado del bolsillo-, que los hombres de Francisco Camps van a repartir entre los que tengan el dinero suficiente para cambiar la perfilería de su vivienda y el ánimo necesario para trincar estas subvenciones tan sostenibles.
Galicia, por la diferencia en el clima, apuesta más por la sostenibilidad de la calefacción, tan necesaria en los fríos y húmedos inviernos en las estribaciones del Macizo Galaico. Su convocatoria de subvenciones, en efecto, va destinada a los que tengan el cuajo de instalar una caldera de biomasa, para lo cual hay un dinero reservado por el gran Núñez Feijóo.
El diario oficial de Galicia, por supuesto en gallego normalizado sin opción de castellano, atribuye la competencia para el reparto de este trinque presupuestario al Instituto Enerxético de Galicia, que para los que no comprendan el gallego estándar es el Instituto Energético de Galicia, noble institución donde las haya que tiene la grave responsabilidad de convertir a los gallegos en paisanos muy sostenibles. El único problema es que este dinero previsto para calderas de biomasa sólo va a ser entregado a instituciones públicas, de forma que si usted reside en el noroeste peninsular y estaba pensando en instalar en su casa un artefacto productor de calor a base de hueso prensado de aceituna, sepa que no podrá contar con una subvención, al menos de momento.
Camps, Núñez Feijóo y, en general, los barones del Partido Popular se han empeñado en convertir a sus paisanos en los más ecosostenibles de "los países de nuestro entorno". La izquierda no les vota, pero al menos con estos derroches se ganan su respeto. Lástima que lo hagan con el dinero de aquellos a los que las manías de los progres les importan tres cominos.