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El escándalo de DSK complica los rescates y el dominio europeo del FMI

El político francés era uno de los principales apoyos de la política de ayudas a Grecia, Irlanda y Portugal.

¿Cómo afectará la detención de Dominique Strauss-Kahn al FMI? Ésta es la pregunta que, desde el domingo por la mañana, se realizan todos los gobiernos occidentales. El político francés no sólo era el candidato mejor colocado para suceder a Nicolas Sarkozy en el Palacio del Eliseo. También era una de las figuras que salían más reforzadas de la crisis económica, durante la que había dado un impulso al papel del FMI, especialmente por su ayuda a la UE para hacer frente a los rescates de Grecia, Irlanda y Portugal.

Ahora, nadie sabe qué pasará o si la hoja de ruta planeada por DSK, Nicolas Sarkozy o Angela Merkel la continuará su sucesor (para casi imposible que el político galo pueda evitar su dimisión).

Los rescates

Precisamente este lunes, DSK tenía pensado acudir a Bruselas para asistir a la reunión en la que se aprobará el paquete de rescate a Portugal y se discutirán las nuevas medidas de apoyo a Grecia. De los 78.000 millones que se destinarán al país luso, 52 serán aportados por la UE, mientras que los 26.000 restantes saldrán de las arcas del FMI.

En principio, nada debería cambiar tras la detención, al menos a corto plazo. De hecho, la Comisión ha salido rápidamente a asegurar que confía en que habrá "una continuidad total en el proceso de toma de decisiones en el FMI", según afirmó portavoz comunitario de Asuntos Económicos y Monetarios, Amadeu Altafaj, en una rueda de prensa. "Está fuera de cuestión que las decisiones (sobre los rescates de Portugal o Grecia) puedan verse alteradas" por la detención de Strauss-Khan, añadió.

El puesto del político francés en las próximas semanas será ocupado por el que hasta ahora era su número dos, el norteamericano John Lipsky. En principio parece que hay una sintonía total entre ambos, por lo que no se espera grandes sorpresas mientras DSK permanezca fuera de juego. El problema es que Lipsky es norteamericano y, además, había anunciado hace sólo unas semanas su salida del FMI en agosto, por lo que su candidatura tiene pocas opciones de salir adelante.

El poder de Europa

El problema con el escándalo del hotel Sofitel de Nueva York es que amenaza con ser el catalizador que cambie el funcionamiento de la institución a medio plazo. Desde que se crearon el FMI y el Banco Mundial, en los acuerdos de Bretton Woods en 1944, había un acuerdo implícito en que la dirección de cada organismo se dividiría entre Europa y EEUU. De esta manera, el Viejo Continente nombraba al director del Fondo, mientras que Washington se encargaba del presidente del BM.

Hasta hace pocos años, nadie cuestionó este reparto, pero la ascensión de los países emergentes a la primera división económica ha provocado que crezcan las críticas a este sistema dual. Evidentemente, los países desarrollados han pedido que Brasil, China o Rusia incrementen su contribución al sostenimiento de estos dos organismos como paso previo a hablar del reparto de poder. Y ése era el camino en el que se desarrollaban los acontecimientos.

La muestra más evidente de lo preocupados que están los líderes europeos con al detención es la rapidez con la que Angela Merkel ha salido este mismo lunes a recordar que aunque todavía no se plantea el relevo de DSK, si hubiera que realizarlo, la UE podría presentar "buenos candidatos" al cargo.

Momento delicado

El momento es especialmente delicado para Europa, puesto que la eurozona está inmersa en una ronda de rescates que todavía no ha terminado y que no se sabe con seguridad a cuántos países afectará. Strauss-Kahn era un sólido apoyo de este sistema y el FMI ya se comprometió en mayo de 2010 a aportar 250.000 de los 750.000 millones del plan de rescate (una tercera parte). Sin embargo, es dudoso que un presidente asiático o americano, sin ambiciones políticas en el Viejo Continente fuera a mantener con tanta alegría esta ayuda.

España podría verse directamente afectada. El rescate a Grecia, Irlanda o Portugal está más o menos decidido ya. Aunque en el caso heleno ha sido necesario hacer nuevos planes que completasen el anterior, la cantidad necesaria para ayudar a estos tres países es relativamente pequeña, por lo que no es previsible que provoque una falta de entendimiento entre la UE y el FMI. Sin embargo, el caso hispano es diferente. Su rescate será mucho más elevado (si es necesario, por supuesto). Y en ese caso, la ausencia de un reconocido defensor de este sistema no ayudaría en absoluto.

Será complicado que los políticos de la UE encuentren un candidato mejor para sus intereses. Tampoco ayudará la espantada de Rodrigo Rato, que dejó su cargo a mitad de mandato. Los líderes europeos han tratado de transmitir tranquilidad, este lunes, antes de su reunión bruselense. Pero una acusación de violación en un hotel neoyorkino puede acabar cambiando por completo un sistema institucional que permanecía casi intacto desde la Segunda Guerra Mundial.

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