Sabíamos que la terrible crisis económica que padecemos los españoles no afecta a los políticos, pues ya se cuidan ellos de resguardarse de las inclemencias financieras provocadas en gran parte por su incompetencia. Ahora también conocemos que ni siquiera el entramado de fundaciones y asociaciones sedicentemente "intelectuales" dependientes de los partidos políticos, está sufriendo el más mínimo contratiempo económico gracias al bolsillo del contribuyente y a la desvergüenza del gobierno a partes iguales.
Nuestros políticos se asignan hoy en el Boletín Oficial del Estado cinco millones de euros para las francachelas más o menos académicas con las que dan lustre a sus respectivas marcas electorales, contribuyendo a un innecesario por superabundante debate político a través de la organización de todo tipo de saraos con cargo al presupuesto público.
La facundia de los políticos a la hora de autofinanciarse con dinero ajeno es tan espectacular, que ni siquiera guardan las formas en la normativa con la que instrumentan el expolio. En el caso de estos cinco millones, se han encargado de eliminar a la molesta competencia proveniente de formaciones pequeñas, estableciendo como requisito que sólo podrán participar en el trinque los chiringuitos vinculados a los partidos con representación parlamentaria en las cortes generales.
De esta manera los grandes partidos organizarán a lo largo del año numerosas conferencias, pagando los miles de euros que estimen oportuno a cada interviniente en representación de las principales ganaderías de su respectiva corriente ideológica. Por supuesto lo harán con el dinero que previamente han sacado del bolsillo de todos los contribuyentes, porque las cuotas de sus afiliados no dan para tanto sobresueldo, coche oficial, alojamiento adecuado y dietas generosas, que es como suelen organizarse estas tenidas partidistas.
Con ese dineral que les vamos a entregar entre todos, raro será que en alguno de estos inminentes congresos no se encuentre la solución a la crisis. Es sólo cuestión de paciencia y de mucha, mucha subvención.