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Grecia tendrá que bajar aún más las pensiones y los sueldos de los funcionarios

El Gobierno heleno ultima con el FMI y la UE un conjunto de medidas que incluye privatizaciones y el aumento de impuestos.

Bajo una creciente presión interna y externa, el Gobierno griego está cerca de acordar con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la UE una nueva andanada de medidas de austeridad que le permitan reducir el déficit público y que siga fluyendo la ayuda internacional.

"Estamos a punto de cerrar las negociaciones y esperamos que se llegue a una conclusión en las próximas horas", afirmó este jueves a Efe una fuente del Ministerio de Finanzas griego, tras la reunión de altos cargos económicos de los países de la eurozona, que concluyó en Viena el miércoles por la noche tras estudiar la situación griega.

Algunos medios griegos informaron de que ya se ha llegado a un principio de acuerdo para que Atenas recorte el gasto público en 6.400 millones de euros para reducir el déficit de 2011, y de que el resto del paquete será consensuado mañana. Sin embargo, cualquier acuerdo deberá ser aprobado por la reunión de ministros de Finanzas del Eurogrupo que se celebrará el próximo día 20 en Luxemburgo, según informa Efe.

Apretarse el cinturón

La complicada negociación con los expertos del FMI y de la eurozona se prolonga ya desde hace una semana y ha puesto al Gobierno griego entre la espada de quienes exigen que apriete más el cinturón y la pared de una oposición y una opinión pública opuesta a nuevos recortes. De hecho, incluso un grupo de diputados del Partido Socialista del primer ministro Yorgos Papandréu, ha reclamado un debate interno sobre el nuevo paquete de ahorro y que las distintas medidas se voten una a una, y no en conjunto, en el Parlamento.

Atenas y la terna que forman el FMI, la eurozona y el Banco Central Europeo están analizando todos los flecos de unas medidas que van desde el recorte de salarios y pensiones al aumento de impuestos y la privatización o alquiler de empresas y bienes estatales.

Todo para reducir los gastos del Estado y aumentar sus ingresos en unos 78.000 millones de euros hasta 2015, con el objetivo de que el actual déficit, del 10,5 por ciento del PIB, caiga hasta el 3 por ciento dentro de tres años. Pero primero el FMI y los socios europeos tienen que dar el visto bueno a esas medidas y decidir si son suficientes para demostrar el compromiso griego de poner en orden sus cuentas.

Privatizaciones

La prensa local indica que entre los puntos a debate está la exigencia de que Atenas avance inmediatamente en un programa de privatizaciones que tendría que reportar 50.000 millones de euros hasta 2015 y de que reduzca los salarios mínimos de nuevos contratados por debajo de lo fijado en los convenios colectivos.

Se espera que Atenas y los organismos internacionales anuncien mañana de forma conjunta un acuerdo sobre este tema, según comentó a Efe un portavoz del Ministerio de Finanzas. Una respuesta positiva del FMI y la UE supondría el desbloqueo de los 12.000 millones de euros del quinto tramo del préstamo concedido en 2010 e, incluso, la posible aprobación de nuevas ayudas por valor de 60.000 millones de euros.

Papandréu se entrevistará mañana en Luxemburgo con el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, al que presentará los detalles de las nuevas medidas, informaron fuentes gubernamentales.

Mientras, la agencia Moody's rebajó el miércoles tres escalones la calificación de la deuda griega ante el aumento del riesgo de impago, y los principales sindicatos han convocado una nueva huelga general para el día 15 de junio y un paro el día 9 en todas las empresas con participación estatal.

Además, el movimiento social inspirado en los "indignados" españoles mantiene por noveno día consecutivo sus concentraciones en plazas de las principales ciudades del país, en protesta contra las medidas de austeridad.

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