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¿Es el dinero electrónico el dinero del futuro?

Entiendo que para muchos partidarios del dinero electrónico el oro sea un arcaísmo impropio de los tiempos modernos, pero también lo es el abecedario y no se nos ocurriría prescindir de él en los emails.

Ralpher dijo el día 6 de Junio de 2011 a las 00:22:

Herbert, muy interesante tu disquisición y muy cierta tu exposición sobre la función del dinero, aunque estoy con pozalmur en que el dinero electrónico es muy dificil que acabe sustituyendo al físisco mientras no se informatice absolutamente todos los negocios que existen en un área monetaria. Lo más probable es que convivan marcando la paúta del valor el dinero físico.

En cualquier caso creo que Rallo esta equivocado en lo que respecta a su creencia en las bondades del patrón oro para una economía como la actual. Además de lo expuesto por Herbert, creo que falta decir que el oro dejó de ser utilizado como referente de valor de las monedas por varias razones todas ellas importantes. El dinero en circulación, tal y como dice Herbert, tiene que aumentar en una proporción similar a la que aumenta la actividad económica -el la llama riqueza- y eso es algo que a mitad del siglo XX se demostró que con el oro no se podía hacer.

El patrón oro se abandonó definitivamente cuando quedó patente que la cantidad de oro en circulación nunca más podría crecer a las tasas a las que estaba creciendo la actividad económica mundial y que el reparto del oro por los distintos bancos centrales, además de no responder a la capacidad económica de cada país, podía crear enormes desequilibrios económicos tanto dentro como entre los distintos países.

El libro de Liaquat Ahamed titulado 'Los Señores de las Finanzas', premio Pullitzer del año 2010, da un buen repaso a los problemas que el patrón oro causó a numerosos países en torno al crack de 1929. Hay otros muchos libros que lo explican y no es dificil encontrar el tema en los libros de Historia Económica.

ralpherns wordpress.com - Esta crisis que nadie entiende - Medidas para salir de la crisis

pozalmur dijo el día 5 de Junio de 2011 a las 14:03:

Sin entrar a valorar el hecho de que los sistemas informaticos,han demostrado su vulnerabilidad infinitas veces ;y de que los gobiernos estarian "encantados" con la idea,para que nada ni nadie escapara a su "rapiña".Yo me pregunto :

¿Cómo podria darle una limosna a un pobre en medio de la acera?
Como ejemplo ,de los infinitos intercambios economicos que nó podriamos realizar,y que excluirian a millones de ciudadanos de toda posibilidad de intercambio economico.
¿Cómo podria yo pagar una actividad no ilegal,pero moralmente no muy encomiable socialmente?
¿Cómo se iban a realizar las cuasi infinitas y multibillonarias transacciones economicas de actividades delictivas;como la venta de armas ,de drogas,la prostitucion....la corrupcion urbanistica o deportiva;la....;el etcetera es cuasi infinito.
¿O alguien se cree,como algunos(los Gobiernos o ingenuos bienintencionados) nos quieren hacer creer,que con el dinero electronico acabariamos con todo ello?
Evidentemente, el dinero electronico, "nunca" podra sustituir "totalmente" al dinero fisico;pues cada uno tiene su nicho de mercado y su utilidad,perfectamente delimitada ;y, si ocurriese(que todo puede pasar en éste mundo de locos);hecho el dinero electronico,hecha la trampa;es decir, surgiria algun tipo de dinero efectivo(seguramente de algun paraiso fiscal,pais Arabe o similar) que ocuparia "feliz y onerosamente",el lugar que habria dejado vacio el anterior.Siendo la situacion resultante, seguramente peor que la inicial.

Don_Leti dijo el día 4 de Junio de 2011 a las 20:27:

No entiendo casi nada de economía, pero me parece que la clave está en el penúltimo párrafo de Herbert: "La cuestión es, en definitiva, como ligar fielmente el dinero creado con la riqueza que representa". Y planteo esta pregunta:

¿Qué ocurrirá cuando la ciencia avance y la tecnología permita sintetizar el elemento químico Oro a un coste mucho menor que su valor de mercado?...

¿No se desploma entonces el argumentario del artículo?... Me temo que sí.

Herbert dijo el día 4 de Junio de 2011 a las 02:22:

Sr. Rallo, su artículo es muy interesante, pero creo que tiene algún que otro defecto e enfoque. El valor del dinero no depende de su capacidad para pagar impuestos, ni de que represente o no un pretendido valor subyacente, ni de que las personas confíen mágicamente en que les servirá en el futuro para comprar esto o lo otro.

El valor del dinero depende, como el de cualquier otro bien, de la oferta y la demanda, punto. A partir de este "punto", y no de otras cosas, construiremos mejor el resto del argumento.

Así, ¿de qué depende su oferta y su demanda? Pues depende de su capacidad para hacer bien aquello para lo que sirve, igual que la oferta y demanda del resto de las cosas. Entonces, ya que hablamos de dinero, depende de su capacidad para servir como reserva de valor, de su capacidad para servir como valor de intercambio y, no lo olvide, de su capacidad para servir como medida del valor de las cosas (para comparar valores de otras cosas, vamos).

¿Y de que dependen estas utilidades? Pues, simplemente, dependen de su escasez relativa o, lo que es igual, de su disponibilidad.

Dependen de que nadie pueda ponerse a imprimir el dinero que le de la gana cuando quiera, o de que nadie pueda acaparar el oro en el mercado en un momento dado, haciéndolo demasiado escaso para el resto de los intervinientes.

Dependen de que el gobierno no pueda fabricarlo a voluntad, y de que alguien no consiga usurpar una cantidad excesiva de oro que, al ser un bien físico, supone mucho más que una anotación contable o un papel, fácilmente substituibles.

Dependen de que alguien con muchísimo oro no se vea obligado por sus circunstancias financieras a sacarlo de repente al mercado, derrumbando su precio y provocando un pánico vendedor junto con la ruina de muchos.

Dependen de que un país con mucho oro no entre en una crisis política o de guerra tal, que lleve sus reservas al mercado de repente, provocando una desastrosa devaluación.

Depende de que un banco inmenso no entre en una situación parecida a la de Leman Brothers, afectando al precio del oro en todo el mundo y, por tanto, a toda la economía mundial, no sólo a la europea y la americana, como fue el caso, etc.

Habla usted siempre del oro con cierta veneración, como si este tuviera una capacidad mágica para estabilizar los mercados monetarios y resolver problemas que no dependen del patrón monetario que utilicemos. Basta con echar un vistazo a la historia para darse cuenta de que, con oro o sin el, los mercados monetarios nunca han sido estables a largo plazo.

Las devaluaciones y revalorizaciones sucesivas del oro y los metales preciosos, cuando constituían el dinero de curso legal, han sido tradicionalmente causa de infinidad de ruinas y fortunas personales y públicas. Han devaluado patrimonios labrados con gran esfuerzo, y también los han engordado rápidamente, como un impredecible golpe de suerte. El precio del oro nunca ha sido estable en la historia. Al menos, con le dinero fiduciario sabemos que siempre tiende a devaluarse inflacionariamente, lo cual no es un aumento, sino una reducción de incertidumbre.

Personalmente, creo que sería mejor vivir en un entorno en el que las divisas no fueran de circulación obligatoria, de manera que pudieran competir entre sí libremente en todas partes y hacerlo también con los metales preciosos, al menos en cuanto a la reserva de valor, a condición de que su uso esté al alcance de todo el mundo. En realidad no estamos demasiado lejos de esa situación. Eso si, sin duda, deben existir soluciones mejores, aunque entran peligrosamente en el campo de la especulación o la economía ficción...

El dinero electrónico puede ser un interesantísimo substituto, especialmente como valor de cambio. Pero no veo razón para que no lo sea también como reserva de valor, al contrario de lo que usted defiende. Es más, puede ser un dinero extraordinariamente transparente, con el cual todos sus poseedores pueden saber en todo momento cuales son exactamente las unidades concretas que ellos tienen en propiedad, y cuantas más existen en cada momento en el mercado.

Si eso es así, todos los intervinientes se darían cuenta inmediatamente de una creación inadecuada de nuevo dinero, y actuarían en consecuencia. Esto sería disuasión más que suficiente para que los encargados de crearlo se atasen bien los machos o, en su caso, fueran a parar directamente a la cárcel.

Basta con crear una cantidad limitada de una unidad de cuenta virtual y ponerla a disposición del público, de modo que este sólo pueda adquirirla a cambio de bienes con valor, para que entre en circulación como el dinero más firme jamás creado.

Lo que puede fallar es lo mismo que falla en los bancos centrales hoy: la tentación de crear más dinero para devaluar el que ya está en circulación y aprovecharnos del que creamos. La cuestión no es evitar que pueda aumentarse la cantidad de dinero en circulación (lo que sucede con el oro), porque a veces esto puede ser contraproducente, sino de que manera garantizar que esto no constituya un fraude, y que la creación de dinero esté siempre justificada por la contrapartida correspondiente en el activo: la creación de riqueza.

La cuestión es, en definitiva, como ligar fielmente el dinero creado con la riqueza que representa. El dinero debe nacer al mismo tiempo que el valor y en la misma cantidad, y debe destruirse cuando la riqueza se destruya y en la misma medida en que suceda. De este modo, su valor relativo a todos los bienes sería, teóricamente, perfectamente estable.

Si, economía ficción, ya lo se ;)