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¿Para qué sirve la negociación colectiva?

Si bien se justifica la negociación colectiva para nivelar la posición de trabajadores y empresarios, son los propios convenios los que, al masificar el paro, colocan a los trabajadores en una absoluta inferioridad.

berdonio dijo el día 12 de Junio de 2011 a las 22:47:

Está claro que no hay nada más idiota que un obrero de izquierdas. El obrero de izquierdas dice “a repartir, a repartir, que algo me tocará a mí” No cae en la cuenta de que una economía basada en el expolio y en la desincentivación no puede ser muy productiva y en ella sólo se logra repartir miseria. No cae en la cuenta de que para poder repartir algo primero hay que crearlo, y que a la larga resulta mucho más provechoso trabajar en buena sinergia y sin envidias malsanas que robar.

Los razonamientos del señor Rallo son meridianos y de sentido común, pero ¡que si quieres arroz, Catalina!, el izquierdista está obsesionado con eso de la redistribución y se la pelan los parados. Dice que hay que expropiar el gran capital y la gran mayoría saldrá ganando. No cae en la cuenta de que el empobrecedor “estado del bienestar” no lo mantienen los ricos sino las clases medias. No cae en la cuenta de que la riqueza sigue un patrón de distribución normal o gaussiano, es decir, que en el conjunto de la economía las rentas más altas son el chocolate del loro y que cualquiera que gane algo más de la media (la mitad de la población) pierde directamente con la redistribución. Sí, la socialdemocracia, en el mejor de los casos, no supone otra cosa que favorecer relativamente poquísimo a la mitad de la gente a costa de perjudicar a la otra mitad sin justificación alguna. Absolutamente perdemos todos, porque se genera un sistema improductivo y viciado donde la mayor parte de la energía se desperdicia en rozamiento.

Un izquierdista es impermeable a todo argumento moral, pero pídele que eche cuentas, hazle ver que, a menos que pertenezca a un activo y minoritario grupo de presión o sea político profesional, el “paraíso socialista” se mantiene con su propio sudor y no el de otro, entonces la cosa cambia.

RitoAlb dijo el día 12 de Junio de 2011 a las 13:26:

¿No han visto cómo se parece el logo del acuerdo a la hoz y el martillo? Quien no lo haya querido ver en aquél entonces no lo verá nunca. ¿?

igonsan dijo el día 11 de Junio de 2011 a las 23:32:

Los indignos deberían ponerse a leer artículos de esta calidad, columnas liberales, es decir basados en la pura realidad como venía a decir Rallo esta mañana en la tertulia de sin complejos, a ver si adquieren algo de sentido común y desestatizan sus mentes infectadas del virus socialista tan extendido en Europa como también comentaban en la tertulia de Luis del Pino.

igonsan dijo el día 11 de Junio de 2011 a las 23:30:

Genial comparación y genial artículo al poner el ejemplo de una especie de SMI de los inmuebles a 150.000 euro y añadiendo más restricciones como prohibición de uso comercial, de uso de vivienda, etc. ¿Cómo es posible que no se vea que los convenios colectivos suponen como dice Rallo una dictadura que resulta muy perjudicial y nociva?

HoPin dijo el día 11 de Junio de 2011 a las 18:17:

Magnífica analogía con la compraventa de viviendas ¡¡¡

Barracud dijo el día 11 de Junio de 2011 a las 14:15:

Enhorabuena por el artículo. La verdad es que yo tenía una idea parecida al respecto, pero me has dejado claros algunos puntos que ni siquiera había analizado. La comparación con el mercado inmobiliario aclara todas las dudas que pudiera tener cualquier españolito de a pie y de no tan a pie.
Gracias