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Japón se encamina hacia una "tercera década perdida"

La agencia advierte de que Japón podría enfrentarse a una "tercera década perdida" de débil crecimiento debido a la pesada carga de su deuda pública.

Japón podría enfrentarse a una tercera "década perdida" de débil crecimiento económico que lo obligará a luchar por reducir la peor carga de deuda entre los países desarrollados, según advirtió el lunes la agencia de calificación Moody's.

Consideró negativo que el Gobierno no pudiera cumplir el plazo autoimpuesto del 20 de junio para anunciar un plan a largo plazo para lidiar con la deuda del país, sugiriendo así la posibilidad de revisar a la baja su calidad crediticia (rating).

Japón ha permanecido en el fango del estancamiento económico durante gran parte de las últimas dos décadas, cayendo del segundo al tercer lugar de las economías más grandes del mundo, y con una deuda de cerca de 10 billones de dólares. Además, su Gobierno insiste en tratar de incentivar el crecimiento mediante más gasto público.

Por si fuera poco, se espera que el terremoto y tsunami del pasado marzo incrementen la carga de deuda aún más, debido a los nuevos planes de estímulo público puestos en marcha por el Gobierno para la reconstrucción del país. "Mientras Japón probablemente tenga una recuperación en forma de 'V' en lo que resta del año a partir del terremoto del 11 de marzo, el subsecuente crecimiento económico podría decaer a un ritmo mediocre", según Moody's. "No es inconcebible que el país tenga una tercera década perdida de crecimiento", agregó.

La economía de Japón se ha estancado desde que estalló la burbuja de precios de activos en 1990. El crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) en la década hasta la crisis financiera global en el 2008 era de cerca del 1,3% al año, menos de la mitad del 3% de Estados Unidos. "La visión de Moody's es comprensible", dijo Seiji Adachi, economista de Deutsche Securities. "La posibilidad de otra década perdida para Japón está creciendo", informa Reuters.

En opinión de Adachi, las mayores tarifas eléctricas, un alza en el impuesto a las ventas y la posibilidad de elevar los tributos a la renta para financiar la reconstrucción dejarían a los japoneses con menos efectivo disponible. "La combinación de estas tres cargas probablemente deprimirá el crecimiento económico", indicó el analista

Con el doble del tamaño de su economía (de 5 billones de dólares), la deuda de Japón es la más alta del mundo industrializado. Las tres agencias calificadoras más importantes han dado señales de que podrían rebajar el estatus de crédito de Japón en momentos en que Tokio lucha por formular un plan creíble para reducir su deuda pública cada vez mayor.

El Gobierno japonés aplazó apoyar los planes para reducir la deuda pública el 20 de junio, debido a que algunos legisladores oficialistas se mostraron reacios a estar atados a un plazo límite para elevar el impuesto a las ventas y debido a la incertidumbre respecto a cuándo renunciaría el impopular primer ministro, Naoto Kan, como ha prometido hacer.

"Este desarrollo es negativo para el crédito y no asegura las finanzas del Gobierno en un marco que extienda la posibilidad de contener la deuda", dijo Tom Byrne, vicepresidente senior de la agencia y oficial regional de crédito en comentarios publicados en la web de Moody's.

En mayo, Moody's dijo que tardaría unos meses en completar una revisión a Japón para definir si rebajaba su nota "Aa2". Al mismo tiempo, la agencia dijo que Japón podría evitar una rebaja de calificaciones si era capaz de realizar un plan sólido de reforma al sistema de gasto social y elevar la recaudación. "Estamos sugiriendo que el resultado más probable sea una rebaja de nota, incluso con un programa fiscal sólido", señaló Byrne el 31 de mayo.

La calificación "Aa2" es la tercera más alta de Moody's y está un escalón por encima de las notas de Fitch Ratings y Standard & Poor's Ratings Services. Las tres firmas tienen un panorama negativo para sus calificaciones. Según un sondeo del diario Nikkei, el 60% japoneses quieren que Kan deje su puesto a fines de agosto. "Para Japón, es inevitable elevar el impuesto al consumo", dijo Hiromasa Yonekura, presidente de la Federación Empresarial de Japón. "Necesitamos ver consolidación fiscal lo más pronto posible", sostuvo.

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