El Estado y el resto de administraciones están obligados a apretarse el cinturón por los objetivos individuales de estabilidad presupuestaria, pero hasta el momento los expertos aseguran que no lo están haciendo de forma eficiente.
El capitulo 2 de los presupuestos que cada administración negocia por separado y que incluye gastos en bienes y servicios corrientes como puede ser la luz, el teléfono o la contratación de servicios de limpieza podría ver reducida su cuantía al menos en un 20%, según cálculos de la consultora Eneas Sector Público.
Desde esta consultora aseguran que revisar un contrato, optimizarlo y ponerlo en condiciones reales de mercado es fundamental a la hora de lograr los precios más atractivos, informa finanzas.com.
Por eso, proponen la idea de establecer centrales de compras que peinen el sector privado en busca de las mejores condiciones y hagan operaciones a gran escala para las Administraciones Públicas o lo que es lo mismo, llevar los modelos de gestión de compras que tiene el sector privado hasta el sector público.
La Comunidad de Madrid, un ejemplo
Un ejemplo claro que demuestra el funcionamiento de esta idea puede encontrarse en la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid. El objetivo a cumplir fue cómo reducir el gasto en teléfono de los más de 1.600 centros docentes adscritos a este organismo, una cifra que en conjunto superaba los 5 millones de euros.
La solución pasó por analizar cada centro por separado a fin de estudiar el tipo de consumos y el gasto mensual. Luego, se sacaron a concurso dos lotes distintos, con telefonía fija y ADSL por un lado, y telefonía móvil por otro. Cada operador optó por ofertar donde consideró más conveniente, y el resultado final se saldó con un único contrato para los 1.600 centros docentes por 1,65 millones de euros, es decir, con un ahorro cercano al 67%.
A la vista de estos datos, es evidente que el sector público compra mal. La raíz del problema está clara: muchas de las administraciones han ido heredando contratos históricos que están fuera de las condiciones del mercado y no se molestan ni siquiera en revisarlos