La Agencia Tributaria ha intervenido en una nave del polígono El Olmillo, próximo a Palencia, 544.000 cajetillas de tabaco falso que iban a ser comercializadas bajo la marca Marlboro informó el organismo dependiente del Ministerio de Economía y Hacienda.
En concreto, el alijo intervenido habría alcanzado un precio en el mercado de 1,7 millones de euros y se encontraba oculto en el interior de un contenedor llegado a Barcelona en un buque procedente de China, informa Europa Press.
En el transcurso de la operación se ha procedido a la detención de cinco personas, tres de nacionalidad española y dos de nacionalidad búlgara, que han sido puestas a disposición judicial, al igual que el tabaco intervenido y un vehículo que utilizaban los contrabandistas.
El contrabando de cigarrillos falsificados supone un fraude a la Hacienda Pública, un delito contra la propiedad industrial y, sobre todo, un grave riesgo de salud pública, puesto que estos cigarrillos no están sometidos a ningún tipo de control sanitario ni de calidad.
De hecho, según la Agencia Tributaria, en su composición se han detectado niveles de monóxido de carbono, nicotina y alquitrán muy superiores a los legalmente permitidos, así como productos tóxicos como metales pesados e incluso residuos orgánicos derivados de la falta de higiene y control sanitario en su elaboración.
La operación se desarrolló en el marco del Plan de Lucha contra el Contrabando de Tabaco del Departamento de Aduanas e Impuestos Especiales de la Agencia Tributaria. En concreto, se tuvo conocimiento de la existencia de una organización que estaría introduciendo tabaco de contrabando en España, lo que llevó a iniciar las investigaciones que permitieron detectar la llegada de un contenedor sospechoso al puerto de Barcelona procedente de China.
Con el fin de ocultar el verdadero contenido y evitar el control aduanero, los contrabandistas declararon que la mercancía importada eran objetos decorativos. Posteriormente se realizó un discreto seguimiento del contenedor, cuyo destino declarado era Valladolid, si bien finalmente fue descargado en un almacén a las afueras de Palencia. Se dispuso una vigilancia sobre el almacén hasta que llegaron los destinatarios del contenedor, momento en que se procedió a practicar la detención de los mismos.
En el interior de la nave, y en un primer registro del contenedor, se encontraron las cajas de tabaco bajo la apariencia de cajetillas de Marlboro y algunas cajas con artículos decorativos y marcos de fotos que habían sido utilizadas en lo que se conoce como 2mercancía de pantalla" para evitar que se detectase la existencia del tabaco en el caso de que se hubiera abierto el contenedor en el puerto.