El ministro de Economía y Obras Públicas de Portugal, Alvaro Santos Pereira, aclaró este viernes que el AVE entre Lisboa y Madrid sigue "suspendido" y salió al paso de las críticas de algunos dirigentes del principal partido del Gobierno luso, el conservador Social Demócrata (PSD).
"Desde el primer día de este Gobierno afirmamos muy claramente que el proyecto está suspendido. La posición es muy simple y no hay el mínimo de diferencia de opinión de la que ya existía anteriormente. El proyecto está suspendido y sujeto a revaluación", explicó el gobernante a los periodistas, informa EFE.
Santos Pereira se reunió el pasado miércoles en Madrid con su homólogo español José Blanco y aseguró que su Ejecutivo tomaría una decisión final sobre el AVE con Madrid a finales de septiembre.
Esta posición creó malestar en parte del PSD y su vicepresidente parlamentario, Carlos Abreu Amorim, plasmó su disgusto en las redes sociales y afirmó que el Gobierno "no puede desdecirse" en una cuestión tan relevante.
El PSD, que lidera el Ejecutivo de unión conservadora desde el pasado junio en coalición con los democristianos, se ha opuesto en los últimos años a AVE entre Madrid y Lisboa, impulsado por el anterior Gobierno socialista, por ser "oneroso" para las arcas del Estado.
El ministro Santos Pereira atribuyó las criticas a "una mala interpretación" y recordó que el acuerdo que Portugal firmó con la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI) para recibir un préstamo de 78.000 millones de euros establece la necesidad de presentar un plan estratégico de transportes.
Nada más asumir funciones en junio, el primer ministro luso, Pedro Passos Coelho, anunció la suspensión de la construcción del AVE Lisboa-Madrid, a pesar de que el anterior Ejecutivo socialista (2009-2011) ya había adjudicado por 1.668 millones de euros el tramo más largo de las obras en suelo luso (170 kilómetros).
El proyecto de tren rápido entre Portugal y España, que estaba previsto para 2013 y tenía pendiente de adjudicación su trecho más corto -el más caro de ejecutar al tratarse de una travesía en la desembocadura del río Tajo-, iba a unir a ambas capitales en 2 horas y 45 minutos.