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El estancamiento en EEUU desata el pánico en los mercados mundiales

Las bolsas se desploman tras conocerse la rebaja en la previsión de crecimiento para los dos próximos años y el mal dato del paro de agosto.

La primera economía del mundo está sufriendo una nueva recaída en su camino de salida de la Gran Recesión. La crisis económica que comenzó en el segundo semestre de 2007 parecía superada tras un par de años de crecimiento. Sin embargo, los últimos datos indican que se confirmarán las estimaciones de los economistas más pesimistas (o más realistas, según como se mire). EEUU crecerá este año y el que viene mucho menos de lo previsto y, además, su mercado laboral sigue completamente estancado. Son muy malas noticias para Barack Obama a apenas 12 meses de su encuentro con las urnas en la búsqueda de la reelección.

No sólo el presidente demócrata está preocupado. Los mercados internacionales reaccionaban este viernes que enormes caídas a las noticias macro que llegaban desde Washington. La recesión en forma de W (es decir, con una recaída tras un tiempo de falsa ilusión sobre la recuperación) parece confirmarse según pasan los días.

Sin duda, lo más preocupante es la falta de reacción del mercado laboral. Los analistas preveían que agosto traería un aumento del número de asalariados de unas 68.000 personas (según la media de una encuesta realizada por Bloomberg). Pero el dato conocido este viernes muestra que la tasa se mantuvo en el 9,1%, la misma que un mes antes. Las buenas noticias son que estas cifras incluyen a los 45.000 empleados de Verizon que estaban en huelga (y que en las estadísticas de EEUU aparecen como no empleados, puesto que no reciben remuneración por su trabajo en los días en los que se realiza el trabajo de campo). También es positivo que, según una encuesta en los hogares, ha crecido una décima el porcentaje de norteamericanos que buscan empleo (331.000 personas), lo que quiere decir que el paro se estanca porque crece ligeramente la fuerza laboral.

Sin embargo, estos dos datos no sirven para dar un alivio a Barack Obama. Los tres meses de verano han visto incrementos en el número de asalariados que estaban muy por debajo de lo previsto por los analistas (unos 35.000 menos de media al mes). Además, en las últimas semanas se ha reducido el ritmo de crecimiento de los salarios (al 1,8% desde el 2,45%) y ha aumentado significativamente (de 8,4 a 8,8 millones) el número de estadounidenses que están empleados a media jornada.

Recaída

Estas noticias sobre el mercado de trabajo se unen a las preocupantes estimaciones de crecimiento económico que la Casa Blanca presentó este jueves. Hasta esta semana, Barack Obama ofrecía como cifras oficiales un 2,7% de incremento del PIB para este año y un 3,5% para 2012. Todo eso cambió hace un par de días, cuando se revisaron a la baja hasta un 1,7% para 2011 y 2,6% para el siguiente ejercicio. Además, la inflación puede cerrar este año en el 2,8%, un punto y medio por encima de lo previsto. Y el índice manufacturero (muy estudiado por los analistas estadounidenses, está en sus niveles más bajos desde verano de 2009).

Esto quiere decir que los programas de estímulo del presidente demócrata y las masivas inyecciones de liquidez en la economía de Ben Bernanke no han servido para casi nada y el estado de EEUU sigue siendo tremendamente débil. No es de extrañar que las bolsas de todo el mundo hayan reaccionado con fuertes descensos (por encima del 3% en Madrid, Milán o París, por poner tres ejemplos de los mercados que más han sufrido). Un parón de esta magnitud en la economía norteamericana tendría consecuencias muy poco beneficiosas para el resto de los países avanzados.

Los remedios

Para poner una solución a esta situación, Barack Obama ha anunciado que presentará ante el Congreso un nuevo paquete de reformas para relanzar el mercado laboral. Los analistas esperan nuevos programas de gasto público, aunque el presidente tiene poco margen en este campo, puesto que los republicanos ya han demostrado en la crisis sobre el techo de deuda pública que no están dispuestos a mantener el ritmo de endeudamiento de la Administración demócrata.

Por otro lado, la Casa Blanca anunció hace unos días el nombramiento de Alan Kueger como nuevo jefe del Consejo de Asesores del presidente. Este economista es un experto en cuestiones de empleo. Eso sí, su trabajo más conocido es un polémico ensayo sobre el salario mínimo interprofesional en el que aseguraba que un incremento en este precio puede implicar ganancias de empleos bajo determinadas circunstancias. Esto ha sido cuestionado en posteriores estudios y que contradice la visión generalmente admitida de que el salario mínimo dificulta la entrada en el mercado laboral de los trabajadores menos cualificados.

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