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¿Qué rescate? Grecia no pagará entre el 40% y el 60% de su deuda

Mucho se habla sobre la ayuda a Atenas pero, en realidad, la UE ya asume la necesidad de aplicar una quita de entre el 40% y el 60% a la deuda helena.

Muy atrás ha quedado ya el segundo plan de rescate acordado el pasado julio para tratar de resolver el puzzle de la deuda de Grecia. El citado acuerdo contemplaba la concesión de un nuevo crédito internacional, próximo a los 109.000 millones de euros, a cambio de duros ajustes presupuestarios, privatizaciones de activos públicos y reformas económicas. Además, introducía la necesidad de que los acreedores privados del estado heleno -bancos en su mayor parte- participaran en el plan extendiendo el vencimiento de sus bonos, lo cual se traduciría en una quita (descuento) del 21%. Es decir, una especie de quiebra suave dentro de la Unión Monetaria.

Sin embargo, el incumplimiento reiterado de Atenas en cuanto a los objetivos marcados por la troika -Fondo Monetario Internacional (FMI), Banco Central Europeo (BCE) y Comisión Europea-, junto con el agravamiento de la crisis de deuda en la zona euro han terminado por enterrar dicho plan en escasas semanas.

Y es que, lo que se negocia hoy en la cúpula de las autoridades internacionales nada tiene que ver ya con las condiciones citadas. La cuestión clave está en la cuantía de la quita a aplicar, de ahí, precisamente, que el debate gire ahora en torno a la necesidad de recapitalizar la banca europea mediante el uso de dinero público.

Puesto que Grecia -al que se le podrían sumar otros países- va a impagar su deuda, es preciso cubrir los agujeros que provocará en el sistema financiero, advierten las autoridades. De hecho, ya se barajan ciertas cifras en el seno de la Unión. La temida quita podría oscilar entre el 40% y el 60% de la deuda helena, muy lejos pues del 21% prevista inicialmente.

En este sentido, el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, admitía estas cifras en una entrevista concedida a la televisión austriaca ORF, e incluso advertía que el descuento final podría ser aún mayor: "Estamos hablando de más". Esta quita coincidiría más o menos con las estimaciones lanzadas en los últimos meses: S&P hablaba de quitas de entre el 50% y el 70%.

Por su parte, el presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, contemplaba este mismo miércoles la posibilidad de que se reduzca parte de la deuda de Grecia, advirtiendo del peligro que supondría ampliar constantemente el actual Fondo de rescate europeo, ideado en un principio para los países europeos con dificultades de financiación.

Weidmann dice que "no se puede descartar un recorte de la deuda" de Grecia, si bien hizo hincapié en que con ello no se solucionarán las causas de los problemas del país. "Grecia debe conseguir dominar su sector público y hacer competitiva su economía", señala al rotativo germano Bild. Asimismo, el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, señaló recientemente que este asunto se "discute intensivamente" en la zona del euro.

Grecia no va a pagar

El mercado lleva tiempo ofreciendo su veredicto a los políticos europeos. Grecia no va a pagar, y se prevé una quita muy sustancial en sus bonos soberanos, tal y como refleja día y día la rentabilidad de su deuda pública: más de un 150% en sus bonos a 1 año, y subiendo, lo cual arroja una imagen fiel del elevadísimo riesgo de impago masivo que perciben los inversores.

Aún así, al tiempo que se discute a puerta cerrada una quita sustancial, los inspectores de la troika recomiendan desbloquear el siguiente tramo del primer rescate de Grecia aprobado en mayo en 2010, próximo a los 8.000 millones de euros, para evitar un default el próximo mes de noviembre. Lo sorprendente en este punto son las mentiras o medios engaños lanzados por Atenas y el reiterado incumplimiento de sus compromisos internacionales.

No en vano, el Gobierno griego advertía hace apenas un mes que suspendería pagos a mediados de octubre si no recibía de inmediato la ayuda internacional. La decisión sobre este desembolso se pospuso en varias ocasiones y, una vez alcanzada la fecha límite, Atenas encontró en sus cuentas unos 1.500 millones de euros para poder seguir aguantando la espera. De hecho, hasta parece que no le falta dinero para encargar la compra de cientos de tanques a EEUU.

El déficit público crece

Por otro lado, pese a la exigencia de tener que reducir su déficit público al 7,6% del PIB este año, Atenas anunció hace poco que incumpliría este objetivo, de modo que cerraría con una descuadre del 8,5%. Ni uno ni otro. Las últimas estimaciones sitúan el déficit final en 2011 en el 9,1% del PIB.

El déficit presupuestario griego siguió ampliándose en septiembre debido al agravamiento de la recesión, pese a las últimas medidas impositivas destinadas a aumentar la recaudación fiscal. En concreto, el déficit del Gobierno central aumentó en un 15% en términos interanuales, hasta los 19.160 millones de euros en los nueve primeros meses del año, según datos del Ministerio de Finanzas.

En septiembre, Atenas aumentó el impuesto sobre las ventas en restaurantes al 23% y comenzó a recaudar un impuesto extraordinario de entre el 1 y el 5% sobre las rentas brutas. Pero estas decisiones no lograron aumentar la recaudación neta, que se redujo en un 4,2% interanual hasta septiembre, frente al descenso del 5,3% en los ocho primeros meses del año.

Grecia dijo el miércoles que compensaría este descenso con el objetivo de aumentar la recaudación fiscal en un 0,8% en el conjunto del año, gracias a un nuevo tributo inmobiliario y a otros recortes en el gasto que se notarán en las cuentas públicas en lo que queda de año, informa Europa Press. El martes, la UE y el FMI dijeron que Grecia no alcanzaría sus previsiones de déficit fiscal este año, pero que podría lograrlo en 2012 si actúa de manera enérgica.

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