Menú
EDITORIAL

La cleptocracia y 'deudocracia' ateniense

Más que la democracia, lo que de verdad impera en Grecia desde hace décadas es la corrupción, el endeudamiento y un sistema dinástico-familiar, en el que dos familias se han venido alternando en el poder.

Por mucho que sea la cuna de la democracia en su versión antigua, lo que de verdad impera en Grecia desde hace décadas es la corrupción, la adicción al endeudamiento y un sistema dinástico-familiar, en el que dos familias –los Karamanlis y los Papandreu- prácticamente se han venido alternando en el poder. Ya en 1961 Konstantinos Karamanlis, tío de Kostas, penúltimo primer ministro griego, y Yorgos Papandreu, abuelo del actual primer ministro socialista, se enfrentaron por primera vez en unos comicios. Giorgios Karamanlis ya habia sido primer ministro entre 1944 y 1945, cargo al que volvería brevemente a finales del 63 y que ocuparía por última vez entre febrero del 64 y julio del 65. Su hijo Andreas –padre del actual primer ministro- fue también primer ministro entre 1981 y 1983 y entre 1993 y 1996.

En cuanto a Konstantinos Karamanlis, fue primer ministro griego durante 14 años y presidente de la República Helénica durante otros diez. Por malo que sea el juicio que se pueda hacer a estos antecesores, sus descendientes los han hecho buenos. Así, su sobrino Kostas, aunque se comprometió públicamente a renovar el Estado desde sus cimientos, acabar con la corrupción y luchar contra el nepotismo, lo cierto en que estos males durante sus dos mandatos 2004-2009 no hicieron otra cosa que agravarse. No es sólo que los casos de corrupción que afectaban a miembros de su gobierno se multiplicaran, es que se llegó a falsear la contabilidad nacional para encubrir el déficit y endeudamiento galopantes.

Aunque la Comisión Europea condenara en enero del pasado año a Grecia por falsificar deliberadamente los datos de sus finanzas públicas, lo cierto es que esa falsificación ya se había producido con ocasión de la entrada en funcionamiento del euro –si no antes- para hacer creer a los socios europeos que Grecia cumplía con los criterios de Maastricht.

En cuanto al actual primer ministro, Papandreu no deja de ser otro ejemplo de la irresponsable renuencia de los políticos griegos a la hora de hacer las reformas y ajustes necesarios para salir del hoyo al que les ha llevado su corrupción y endeudamiento. Su reciente anuncio de someter a referéndum las medidas de ajustes que condicionan el enésimo plan de rescate que se le ha ofrecido a Grecia, no deja de ser una demagógica forma de "lavarse las manos" y no asumir ni los compromisos adquiridos ni su responsabilidad como gobernante.

¡Ay, si Pericles levantara la cabeza...!

En Libre Mercado

    0
    comentarios
    Acceda a los 3 comentarios guardados