CaixaBank, el banco que vehicula el negocio financiero de La Caixa, ganó 845 millones de euros en los nueve primeros meses del año, un 16,6% menos respecto al mismo periodo de 2010, en un entorno económico complejo y de duros ajustes de precios y tras registrar dotaciones para insolvencias totales de 1.953 millones de euros, informó este viernes la entidad.
En concreto, la entidad registró saneamientos extraordinarios netos por 633 millones de euros, de los cuales 400 son dotaciones para insolvencias adicionales a los calendarios establecidos por la normativa aplicable.
Otros 159 millones corresponden a la participación del 10,1% de los saneamientos extraordinarios realizados por Erste Group Bank y 74 son gastos derivados del proceso de reorganización, que de esta forma queda cubierto totalmente. Entre enero y septiembre, Caixabank logró unas plusvalías extraordinarias netas de 557 millones de euros, básicamente por la venta del 50% de SegurCaixa Adeslas a Mutua Madrileña.
El resultado recurrente neto atribuido al grupo alcanzó hasta septiembre los 921 millones de euros, con un descenso del 10,2% sobre el mismo periodo de 2010.
La entidad destacó que su nivel de liquidez se consolida entre los más altos del sistema financiero español, con 20.152 millones de euros, prácticamente en totalidad de disponibilidad inmediata. Por su parte, el margen de intereses de la entidad cayó un 11,9% en los nueve primeros meses, hasta sumar 2.320 millones de euros, mientras que el margen bruto recurrente se situó en 4.820 millones de euros, un 2,1% menos.
Caixabank cerró el mes de septiembre con un core capital del 11,8%, frente al 8,9% de diciembre de 2010, y su ratio de morosidad se situó en el 4,65%, un punto por encima del registrado a finales del año pasado (3,65%).
Sobre las exigencias requeridas por la Autoridad Bancaria Europea (EBA), la entidad presidida por Isidro Fainé aseguró que cubrirá esas necesidades mediante la generación orgánica de capital y antes de la fecha límite de junio de 2012. En concreto, la exigencia de capital para el grupo es de 602 millones, el 2,3% del total de 26.000 millones que se requieren para las entidades financieras españolas.
El banco que gestiona el negocio financiero de La Caixa ha destacado que su actividad se ha desarrollado en un entorno económico-financiero "muy complejo", aunque ha subrayado que su solvencia y liquidez le permitirán afrontar las difíciles circunstancias actuales en condiciones favorables para competir fuera y dentro de España.
Los ingresos de las participadas (dividendos y resultados por puesta en equivalencia) ascendieron a 834 millones de euros, un 43,9% más, y demuestran, según la entidad, la elevada capacidad de generación recurrente de resultados de la cartera y la diversificación de CaixaBank en el ámbito bancario internacional y de servicios.
Las comisiones netas crecieron un 7,9%, hasta los 1.137 millones de euros por el aumento de la actividad comercial y elevado número de operaciones, sobre todo en el negocio de empresas, de la banca de inversión y los seguros. La entidad subrayó que ha crecido en volumen de negocio (+3,8%), al tiempo que ha reforzado su elevada solvencia y su liquidez, realizando elevadas dotaciones para insolvencias y sin disponer del fondo genérico, que se mantiene, en los 1.835 millones del cierre del ejercicio 2009, gracias a la fuerte capacidad de ingresos.