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Rubalcaba lo fía todo a Europa y Rajoy retrata la herencia del paro socialista

El debate prácticamente se reduce a un enfrentamiento sobre si el PP recortará la prestación por desempleo o cambiará la negociación colectiva.

Muchas acusaciones cruzadas y muy pocas propuestas. Éste podría ser el resumen de la primera parte del debate que Mariano Rajoy y Alfredo Pérez Rubalcaba han tenido este lunes por la noche en la Academia de la Televisión. El aspirante popular ha buscado retratar con claridad la herencia socialista (ha repetido en innumerables ocasiones la terrible cifra de los cinco millones de parados). Mientras, el socialista (que en ocasiones parecía estar examinando al presidente del Gobierno desde la oposición) preguntaba a su adversario sobre recortes en el subsidio de desempleo o cambios en la legislación laboral.

Lo cierto es que la parte más larga del debate también se suponía que iba a ser la más importante: el título era "economía y empleo" y en teoría ambos candidatos iban a poner lo mejor de su programa en juego. Sin embargo, la mayor parte del tiempo se ha perdido en acusaciones cruzadas sobre si uno mentía o el otro tenía un programa oculto.

Alfredo Pérez Rubalcaba ha presentado sus propuestas y las ha comparado con la "ambigüedad" que, en su opinión, caracteriza al programa popular. El problema es que las promesas del socialista se centran en peticiones a la UE, al BCE o al Banco Europeo de Inversiones; pero prácticamente ninguna depende en exclusiva para su aplicación del Gobierno español. Es decir, que si gana, para implementar lo más decisivo de su programa, Rubalcaba tendrá que acudir a las instituciones comunitarias y allí pedirles por favor que hagan con España la excepción que no han hecho con Grecia o Italia.

Apelación a la UE

De esta manera, el candidato del PSOE ha afirmado que si gana las elecciones reclamará a la Unión Europea (UE) que retrase dos años los planes de ajuste fiscal, de 2013 a 2015, para evitar que la austeridad en el gasto público siga frenando el crecimiento. Rubalcaba ha dicho además que pedirá al Banco Europeo de Inversiones (BEI) un plan de inversiones por importe de 70.000 millones de euros.

El objetivo de este Plan Marshall Europa, según lo ha definido Rubalcaba, es impulsar la actividad en toda Europa y, en especial, apoyar a las pymes. En el ámbito financiero, el candidato socialista ha asegurado que si llega al Gobierno va a pedir al Banco Central Europeo (BCE) que siga bajando los tipos de interés (la última decisión de la entidad europea ha sido reducirlos) para que las familias se vean aliviadas.

En lo que concierne a su adversario, Rubalcaba ha acusado a Rajoy de querer cambiar el sistema de prestaciones por desempleo y el modelo de negociación colectiva. En lo primero, se refiere a la parte del programa del PP que aboga por la capitalización de las prestaciones por desempleo (es decir, ese modelo austriaco del que tanto se ha hablado en los últimos años). Respecto a la negociación colectiva, el socialista ha asegurado que Rajoy quiere sacar a las pymes de los pactos entre patronal y sindicatos.

Rajoy: la clave, el empleo y la austeridad

Mientras tanto, Mariano Rajoy ha negado todas las acusaciones de su rival. Incluso, le ha llamado "mentiroso" hasta en cuatro ocasiones y le ha pedido que no le "atribuya intenciones". El candidato popular ha solicitado repetidamente que abandone las "insidias" y le ha explicado que lo que propone su partido es la adopción de un fondo de capitalización por despido -el denominado modelo austríaco-, pero ha hecho hincapié en que no recortará el seguro frente al paro.

Además, le ha preguntado "cómo tiene la osadía de hablar de seguridad cuando ha sido miembro de un gobierno" que "ha dado lugar con su gestión económica" a más de tres nuevos millones de parados. El diagnóstico de Rajoy es que el objetivo de España es el crecimiento y el empleo, para lo que debe haber inversión, y para ello confianza -lo cual exige un cambio de Gobierno, ha afirmado- y crédito. El candidato del PP ha recriminado a Rubalcaba que prometa subir los impuestos a los más ricos cuando mientras estaba en el Gobierno lo que hizo fue eliminar el "cheque bebé", la deducción de los 400 euros y la desgravación por compra de vivienda, además de subir el IVA y congelar las pensiones.

Para el candidato del PP hace falta "un plan" y no "dos o tres medidas" en el que en primer lugar se controle el gasto público "porque aquí está el origen de buena parte de nuestros males". Con la austeridad pública "el crédito podrá fluir a empresas y familias", y por eso lo primero es desarrollar la ley de modificación de la Constitución para fijar un techo de gasto y endeudamiento a las administraciones, que deberán "apretarse el cinturón".

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