El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, abogó ayer en Berlín por una Unión Europea más fuerte, estable y solidaria, al tiempo que advirtió a sus miembros más reacios de no lastrar el avance de los demás.
"La velocidad de la Unión Europea y con mayor razón la de la zona euro no puede ser la de sus miembros más lentos. Deben existir, y de hecho existen, garantías para aquellos que no quieren avanzar. Pero una cosa es no querer avanzar y otra lastrar por completo el progreso de los demás", declaró. En su discurso sobre Europa pronunciado en la Casa de los Festivales de Berlín, Barroso subrayó que "una unión dividida no funcionará".
"Esto es así para una unión con diferentes partes comprometidas con objetivos contradictorios, una unión con un núcleo integrado pero una periferia desconectada, una unión dominada por un equilibrio de poder poco saludable o en efecto sin ningún tipo de directorio", indicó. En este sentido advirtió de que "todo esto es insostenible y no funcionará a largo plazo".
Al mismo tiempo, Barroso se mostró convencido de que "con suficiente voluntad política, la Unión Europea será el mayor poder emergente del mundo". Agregó que "su naturaleza única la convierte en un poder de transformación a través de la cooperación y no de la imposición", al tiempo que se mostró convencido de que "el mundo necesita una Europa más fuerte", "más y no menos Europa". En este sentido, señaló que "Europa debe transformarse o entrará en declive".
"En la era de la globalización, la unificación de Europa es más esencial que nunca para preservar nuestro modo de vida, para proteger nuestros valores y para promover la prosperidad de nuestros ciudadanos", declaró. Asimismo, llamó a "utilizar la crisis como oportunidad para crear y no para destruir", así como para modernizar, además de subrayar que es en este "momento de dificultad" en el que hay que demostrar el compromiso con Europa.
Por otra parte, señaló que "las instituciones supranacionales son las que mejor garantizan el respeto de los acuerdos y normas acordados en una unión de Estados soberanos". Por eso, declaró, "el desafío constituye en cómo aumentar la integración de la zona euro sin crear divisiones con aquellos que todavía no pertenecen a ella". Recordó que "los Tratados definen la zona euro como núcleo de la Unión Europea", por lo que no deben ser separadas. Barroso señaló, además, que la Comisión presentará a finales de este mes un paquete de medidas adicionales para ahondar en la gobernanza económica de la Unión Europea y la zona euro.
Por otro lado, el presidente de la Comisión subrayó que "profundizar la convergencia e integración de la Unión Europea debe implicar también un fortalecimiento de la democracia", no sólo a nivel nacional, sino también europeo. Asimismo, Barroso agradeció la contribución de Alemania a la estabilidad de Europa.
Subrayó que "Alemania cuenta más en el mundo hoy en día, no sólo por su poder económico, sino porque representa una fuerza en Europa". "Mientras avanzamos, mientras Europa continúa trazando su camino para superar la crisis, mi pedido a Alemania es que demuestre liderazgo como socio, liderazgo en el espíritu de la comunidad", concluyó.