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Emilio J. González

“Gobernar” la reforma laboral

Mariano Rajoy ha emplazado a sindicatos y empresarios a que se sienten ya a negociar una nueva reforma laboral sobre las bases planteadas por el PP en relación con la negociación colectiva, esto es, con la primacía del convenio de empresa.

Mariano Rajoy ha emplazado a sindicatos y empresarios a que se sienten ya a negociar una nueva reforma laboral sobre las bases planteadas por el PP en relación con la negociación colectiva, esto es, con la primacía del convenio de empresa sobre cualquier otro. De no alcanzarse acuerdo alguno, y pronto, entonces el próximo Gobierno "gobernará". Con esta decisión, el ganador de las últimas elecciones generales parece querer dejar claro que no está dispuesto a que se pierda más tiempo, a pesar de que el próximo Ejecutivo no tomará posesión hasta el próximo 22 de diciembre, porque lo que hay que hacer es mucho y muy importante, y no están las cosas como para que se demoren nuevamente.

No me cabe duda de que las intenciones de Rajoy, en este sentido, son buenas y trata de agotar las pocas posibilidades que tiene de que la próxima reforma laboral sea pactada. Además, con esta llamada a los agentes sociales para que se sienten en la mesa de negociaciones, Rajoy quiere dar a entender que existe por su parte una predisposición al diálogo sobre los temas que considera prioritarios. Después, si finalmente tiene que cumplir su amenaza de "gobernar", nadie le podrá acusar de prepotencia y de que no quiso escuchar a unos y a otros. Sin embargo, y pese a que la maniobra es inteligente, tengo serias dudas de que los sindicatos vayan a pasar por el aro de aceptar voluntariamente la descentralización de la negociación colectiva, de sacarla adelante en una mesa de negociaciones, salvo que lo que se les ofrezca a cambio sea mantener las cuantiosas subvenciones públicas de las que vienen disfrutando desde hace años y sin las cuales no son nada.

En este sentido, conviene recordar lo que dijo Rajoy en la tribuna del Congreso de los Diputados con ocasión del recorte de las pensiones que aprobó el Gobierno Zapatero: que antes de tocar esta prestación social había que acabar con las subvenciones a los partidos, los sindicatos y las patronales. Si Rajoy se mantiene en sus trece, entonces carecerá de moneda de cambio alguna que ofrecer a los sindicatos. Además, para éstos, la descentralización de la negociación colectiva supone perder todo su poder político, con lo que dudo que vayan a llegar a pacto alguno con la patronal. Y si añadimos que lo que quieren es ‘guerra’ contra el PP, como han demostrado las huelgas políticas que han convocado en Madrid contra Esperanza Aguirre, mucho me temo que van a poner a prueba la voluntad de Rajoy de sacar adelante una reforma laboral sin el acuerdo de los agentes sociales con el fin de tener la excusa perfecta para echarse enseguida a la calle contra el nuevo Gobierno. Por ello, creo que al próximo Ejecutivo no le va a quedar más remedio que "gobernar" porque, por mucho que lo pretenda, no va a encontrar en estos sindicatos el menor atisbo de colaboración si no es a base de seguir comprando su silencio, porque estos sindicatos no están para pensar en el bien de España, sino en el suyo propio y en sus intereses ideológico-políticos.

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