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Soraya saca las tijeras contra entes públicos, directivos, viajes y reguladores

El impacto económico de las medidas anunciadas por la vicepresidenta será pequeño, aunque tocarán temas sensibles a la opinión pública.

Soraya Sáenz de Santamaría ha anunciado este martes en el Congreso un plan de austeridad que incluye recortes en los gastos de representación, el personal directivo, las empresas públicas o los entes reguladores. Ante la Comisión Constitucional del Congreso de los Diputados, la vicepresidenta ha presentado una retahíla de medidas de ahorro que se dirigen contra partidas presupuestarias relativamente pequeñas, pero con mucho impacto en los medios y la opinión pública.

De hecho, la oposición le ha reprochado en ciertas ocasiones de su comparecencia que hiciera anuncios electorales sobre cuestiones que son "el chocolate del loro", a lo que la vicepresidenta ha respondido que "son muchos chocolates del loro" y que cada organismo tendrá que hacer frente a su propio ajuste, sea éste elevado o no en comparación.

Presupuesto: lo primero que hay que destacar es que la cantidad de la que estamos hablando es relativamente pequeña. Las grandes partidas del Estado son los gastos financieros (pago de la deuda), las transferencias corrientes o las inversiones. Por ejemplo, el pago de las pensiones a través de la Seguridad Social o de las prestaciones por desempleo se lleva casi el 50% del gasto estatal.

Cuando se dividen los Presupuestos Generales del Estado (PGE) por capítulos de gasto, puede verse como la suma de gasto de personal y gastos corrientes roza los 41.000 millones. Eso apenas suma el 10% del PGE y, además, la mayor parte corresponde a los casi 600.000 funcionarios dependientes de la Administración General del Estado. Desde el punto de vista político, los anuncios de Sáenz de Santamaría son muy relevantes, pero desde el punto de vista económico son apenas una gota de agua en un océano (aunque eso no quita que sean necesarios).

Altos cargos: la reducción de altos cargos puesta en marcha por el Gobierno supondrá un ahorro de 4,4 millones de euros. Se supone que el recorte total para todo el año tiene que alcanzar los 44.000 millones. Por lo tanto, el recorte en el personal directivo apenas supone un 0,01% del total.

Empresas públicas: de todo lo anunciado por la vicepresidenta, es lo que debería tener más impacto económico, no sólo por los presupuestos que manejan, sino también porque su presencia distorsiona el mercado en el que actúan. En España hay unos 4.000 entes públicos (empresas, organismos autónomos, entes, agencias, consorcios, fundaciones, etc...). Unos 2.400 dependen de las comunidades autónomas, 300 del Estado y el resto de los ayuntamientos y diputaciones. Estos organismos acumulan una deuda conjunta de 57.000 millones de euros. Es casi imposible saber cuántos empleados tienen las empresas públicas, pero existen entorno a 700.000 trabajadores del sector público que no son funcionarios ni personal laboral. Algunos trabajan en la Administración, pero la mayoría dependen de estos otros organismos (entre ellos destacan esos 500.000 funcionarios fantasma que ni siquiera están en el Registro Central de Personal).

Como recordó Sáenz de Santamaría, cada uno de estos entes tiene directivos, consejo, trabajadores, etc... Los planes del Gobierno son, por un lado reducir el número total de organismos públicos y por otro homogeneizar la retribución que pagan, sus mecanismos de control y su marco de actuación.

Gastos de representación: éste es el tema políticamente más sensible, aunque su impacto en el Presupuesto posiblemente sea el más pequeño de todos. Como explicaba Pablo Montesinos, el primer ejemplo lo dio Mariano Rajoy al viajar a Marruecos en un avión más pequeño que el tradicional Airbus. Además, se reducirá el séquito de los altos cargos y los privilegios de este tipo de desplazamientos. En casa, se reducen las comidas de trabajo, los privilegios (como móviles, ordenadores, etc...), los coches oficiales y otro tipo de lujos. Por poner un ejemplo, España tenía en 2010 unos 35.000 vehículos oficiales (los mismos que Japón, que tiene tres veces más habitantes). Ahora, se prevé que se vendan muchos de ellos y que altos cargos que hasta ahora disponían de uno, empiecen a desplazarse en su vehículo particular. ¿Cuánto supondrá esto de ahorro? Posiblemente no mucho, pero de cara a la opinión pública es una cuestión muy relevante.

Comisión Nacional del Juego: uno de los ejemplos que ha dado Sáenz de Santamaría ha sido el de la Comisión Nacional del Juego, que cuesta cada año once millones de euros a todos los españoles.

El ejemplo de Industria: aunque no ha concretado, a vicepresidenta ha anunciado un recorte en los organismos reguladores, que se llevará a cabo junto con el de empresas públicas. Es casi imposible hacer una relación detallada de todos estos entes. Quizás lo más sencillo sea recurrir a un ejemplo para ver hasta dónde llega todo este entramado. En la web del Ministerio de Industria, por ejemplo, pueden encontrarse enlaces directos a 27 organismos diferentes (y no son los únicos que dependen de este departamento). Entre ellos están, por poner cuatro ejemplos al azar:

  • CMT: Comisión del Mercado de Telecomunicaciones
  • Instituto para la Reestructuración de la Minería del Carbón y Desarrollo Alternativo de las Comarcas Mineras
  • P4R: Empresa Especializada en Comercio Exterior y Cooperación
  • Cenatic (Centro Nacional de Referencia de Aplicación de las Tecnologías de la Información y la Comunicación)
  • y así hasta 27 organismos, sólo en la portada de la web de este Ministerio...

Ahora, toda esta maraña de organizaciones se enfrentará a la podadora de Sáenz de Santamaría.

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