En su discurso ante el parlamento autonómico andaluz para hacer balance de la legislatura, José Antonio Griñán ha tirado de contabilidad para intentar demostrar, con cifras, la brillante gestión de su ejecutivo en la lucha contra la crisis y el fomento del empleo. Según sus cuentas, la Junta de Andalucía ha dedicado 14.000 millones de euros a esta labor, centrada especialmente en"apoyar a aquellos que más han sufrido la crisis, a los desempleados andaluces".
En concreto, Griñán destacó como elemento primordial de la lucha de su gobierno contra el paro los 534 millones de euros repartidos en 8.500 subvenciones a empresas para crear nuevos puestos de trabajo o mantener los existentes. Sólo este plan de ayudas habría permitido "mantener o crear" más de 430.000 puestos de trabajo, dato escasamente compatible con la realidad que muestran las estadísticas del desempleo en Andalucía.
También blasonó orgulloso de su programa específico de subvenciones a empresas con dificultades financieras, del que han surgido las graves denuncias por el mal uso de ese dinero en la financiación de los Expedientes de Regulación de Empleo, que según el presidente andaluz habría permitido mantener otros 16.000 puestos de trabajo.
Griñán aprovechó también su intervención para reafirmar su decisión de continuar apostando por el medio ambiente y la "sostenibilidad", destacando que Andalucía mantiene un modelo energético con un 29% de toda la electricidad consumida en la región procedente de fuentes renovables.
Finalmente, el presidente de la Junta se permitió señalar que Andalucía es líder en índice de transparencia y colaboración, destacando que estos han sido "los valores que han guiado la actuación de la Junta al hacer frente a un supuesto uso fraudulento de fondos público".