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según Russell Bedford

Cómo evitar el cierre de una empresa en diez pasos

Más del 90% de las empresas acaban en liquidación por no entrar en concurso a tiempo.

El 60% de las empresas españolas que entra en concurso de acreedores son de pequeño tamaño, facturan menos de dos millones de euros y el 90% de ellas acaba en liquidación por no haber actuado a tiempo, según la firma de auditoría y asesoramiento legal Russell Bedford, quien advierte de que el concurso puede terminar por convertirse en su tabla de salvación.

Estas cifras ponen de relieve las muchas dificultades por las que atraviesan los pequeños empresarios a la hora de afrontar una situación de insolvencia, debido generalmente a la falta de medios y al desconocimiento legal que les lleva incluso a arriesgar su patrimonio personal con el fin de salvar "a la desesperada" sus negocios.

Para prevenir estos posibles cierres, Russell Bedford ha elaborado un decálogo con los pasos más importantes que estas pequeñas empresas deben seguir para interpretar su situación financiera y así evitar dar el adiós definitivo a sus negocios.

1- Ordenar las cuentas es algo más que pagar impuestos. Uno de los problemas más comunes de las empresas es el descuido de sus cuentas. Es muy importante que la empresa sepa en todo momento en qué estado se encuentran sus finanzas (patrimonio, rentabilidad, tesorería, etc.).

2- Hacer un escáner completo de la situación de la empresa. Esto permitirá anticiparse varios meses a una posible insolvencia, tiempo suficiente para tomar las medidas necesarias.

3- Podar antes de cortar el tronco. La reducción de costes va desde prescindir de gastos corrientes innecesarios hasta llevar a cabo una regulación de empleo, pasando por el cierre de oficinas.

4- Menos estructura y más eficiente. Para su correcto funcionamiento, una empresa necesita contar con los departamentos imprescindibles y que mejor se adaptan a su actividad.

5- Un negocio atractivo siempre atrae socios. La falta de financiación ha llevado a un gran número de empresas a buscar inversores interesados en participar en el capital. El respaldo de uno o varios socios siempre es una garantía a la hora de negociar con bancos y acreedores.

6- No crecer con el dinero de otros. Esto era posible antes de la crisis gracias al bajo coste y la abundancia de crédito, pero la actual situación ha demostrado que muchos empresarios vivían por encima de sus posibilidades.

7- Si el negocio es viable, hay que comunicarlo. Para ello, Russell Bedford aconseja elaborar un plan de viabilidad a aquellas empresas que tengan previstas dificultades financieras en los próximos meses y exponer con total transparencia ese plan a sus acreedores.

8- Dar la cara ante los acreedores. Solo dando la cara ante los acreedores se podrán alcanzar acuerdos que permitan la supervivencia, ya que ninguno está interesado en perder clientes.

9- No vivir ahogados. Una vez establecida la prioridad de pago entre acreedores, el paso siguiente es fijar los plazos. Si la empresa no puede pagar de forma inmediata, deberá negociar con los acreedores un calendario.

10- El concurso no es el fin. Ningún empresario quiere añadir a su currículum la solicitud de un concurso de acreedores dado el estigma social y empresarial que ello supone. Sin embargo, Russell Bedford señala que el concurso es un procedimiento legal obligatorio creado precisamente para que las empresas refloten su negocio a través de una negociación con sus acreedores.

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