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Los empleados temporales tienen diez veces más riesgo de entrar en paro

Un estudio del Banco de España alerta de que estar más de un año sin trabajar reduce en gran medida las opciones de encontrar un empleo.

Los trabajadores españoles con contrato temporal tienen diez veces más posibilidades de perder su trabajo que los fijos. Los parados con menos de seis meses de desempleo tienen tres veces más opciones de encontrar empleo que los que llevan más de un año. Éstas son las dos principales conclusiones del informe sobre el análisis del paro en España a raíz los flujos laborales.

Pocos fenómenos habrán sido más estudiados que el del paro en España. En esta ocasión, José Manuel Montero y Ana Regil, de su servicio de estudios, se dedican a analizar el perfil de los parados en función de cómo llegaron a su situación de desempleo y qué tienen que hacer para salir de la misma. Sus conclusiones son lógicas, pero no deja de ser interesante comprobar las cifras, para comprobar como lo que cualquiera con sentido común podía intuir, es en realidad un fenómeno mucho más acusado.

Del empleo al paro

De esta manera, la primera pregunta que se hacen los analistas es qué variables hacen más posible que un trabajador acabe en situación de desempleo.

  • Tipo de contrato: como es lógico, un trabajador temporal tiene más opciones que uno fijo de perder su empleo. Esto tiene sentido, aunque sólo sea porque los trabajos temporales tienen una duración determinada y se firman con vocación de no renovarlos (por ejemplo, los del sector turístico en verano). Lo sorprendente es la diferencia: un contrato temporal implica una probabilidad de paro 10 veces superior a uno fijo. Además, esta tendencia se ha acrecentado con la crisis: en 2007, la cifra la probabilidad era sólo siete veces superior (ver gráfico 1).
  • Nivel educativo: la probabilidad de quedarse en paro es mayor cuanto menor sea su nivel educativo. De nuevo, "la recesión ha ampliado notablemente la brecha" entre los trabajadores con alto y bajo nivel de estudios.
  • Edad: los más jóvenes también están en peor situación relativamente hablando que los más mayores, una situación que también se ha acentuado con la crisis. En esta circunstancia tiene mucha incidencia el mayor nivel de temporalidad de los jóvenes.
  • Nacionalidad: también cabe destacar que los extranjeros tienen más opciones que los españoles de quedar en paro, algo que se ha acentuado en los últimos años.
  • Sexo: por último, en cuestión de sexo, las cifras han cambiado con la crisis. En 2007, los varones tenían más sencillo aparentemente conservar su empleo, pero la recesión ha golpeado sectores tradicionalmente masculinos (como al construcción) y la tendencia ahora mismo es la contraria: las mujeres pierden su empleo menos que los hombres.

Del paro al empleo

La segunda cuestión que se hacen los autores del informe es qué variables influyen más en las posibilidades de los parados de encontrar un trabajo.

  • Tiempo de paro: como en Libre Mercado hemos señalado en otras ocasiones, lo peor que le puede pasar a un parado es convertirse en desempleado de larga duración. Al comienzo de la crisis, aquellos que llevaban menos de seis meses en paro tenían el doble de opciones de encontrar trabajo que aquellos que llevaban más de un año. En estos momentos, esa diferencia se eleva a casi el triple (ver gráfico 2).
  • ¿Temporal o fijo?: otra cuestión relevante es si aquellos que encuentran empleo lo hacen con un contrato temporal o indefinido. De nuevo, la lógica dice que lo más probable es que sea temporal. La probabilidad de pasar de desempleo a trabajador temporal ha pasado del 29% en 2005 al 15% en 2011. Mientras, la probabilidad de encontrar a un contrato fijo, que era del 4% hace siete años, es ahora de apenas un 2%.
  • Nivel educativo y edad: en esta cuestión, la lógica se cumple. De esta manera, aquellos con un nivel educativo más elevado tienen más posibilidades de encontrar trabajo. Mientras, los menores de 30 años son el colectivo con más opciones de salir del desempleo (es decir, les despiden más pero también son más capaces de reciclarse).

La reforma laboral

El estudio del Banco de España se queda en el análisis de las cifras de entradas y salidas del desempleo, una cuestión que tiene una enorme relevancia en el debate acerca de la reforma laboral. La principal característica del mercado laboral español es su dualidad. Es decir, la escandalosa diferencia que hay entre el colectivo de fijos (ultraprotegido) y el de los temporales (que cargan con todo el ajuste en forma de desempleo cuando vienen mal dadas).

En este sentido, el intento del Gobierno por favorecer la flexibilidad de las empresas (tanto en costes como en términos de despido) debería reducir las diferencias entre los dos tipos de trabajadores, aunque no se ha apostado por el modelo del contrato único o la reducción de las modalidades contractuales, como pedían algunos expertos. De hecho, la gran pregunta para los analistas es si lo aprobado servirá para este objetivo.

Por último, cabe destacar el dato con el que se cierra el estudio del Banco de España. "los desempleados que cobran prestaciones por desempleo presentan una menor posibilidad de acceder a un empleo que los que no las cobran, lo que confirma la evidencia de que el sistema de prestaciones puede reducir la intensidad de búsqueda de empleo". En teoría, el paro debería servir como seguro y debería facilitar, a través de las políticas activas de empleo, la entrada al mercado laboral. Así es en otros países, donde se liga el cobro de la prestación a la actitud del desempleado. Por ahora no hay ningún anuncio sobre un posible cambio en las políticas activas de empleo. La prestación del paro seguirá siendo igual que hasta ahora.

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