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No hay que estar asustados por nuestros ahorros

"La situación de los clientes de Bankia no es más preocupante que hace un mes, sino todo lo contrario".

El ahorrador español está preocupado por el dinero que tiene depositado en bancos y cajas que operan en España y es normal. Sin embargo los expertos en finanzas personales de iAhorro.com queremos lanzar un mensaje de tranquilidad, basado en la situación económica y jurídica actual del sistema bancario español.

Pau A. Monserrat, nuestro economista especializado en banca, resume la situación:

No hay que estar asustados por nuestros ahorros, hay que estar informados. La situación de los clientes de Bankia hoy no es más preocupante que hace un mes, sino todo lo contrario. La intervención del Estado en la entidad la hace más segura ahora, no al revés.

El sistema bancario español tiene un problema grave, que se llama estallido de la burbuja inmobiliaria y morosidad creciente por la profunda crisis económica que estamos viviendo. El problemas viene de lejos, pero la duración y alcance de la crisis ha hecho que no se pueda seguir escondiendo. Los mercados internacionales hace tiempo que nos avisan, saben que hay una factura pendiente por pagar, la del agujero negro en las cuentas de los bancos que ha producido el ladrillo y no se ha hecho aún público: unos 100.000 millones de euros o más que saldrán de las arcas públicas, vía endeudamiento (que pagaremos con intereses todos los ciudadanos).

Puede parecer que estamos en el peor momento, al salir a la luz el problema. Pero en realidad estamos en el inicio del fin del mal momento. Cuando se conoce la enfermedad, que es grave pero no terminal, se pueden aplicar curas y medicar al enfermo. Esconder la enfermedad empeora, no cura.

Si se hubieran hecho las cosas como toca antes, la ruina de los ahorradores que se dejaron convencer y acudieron a la OPS de Bankia o los que han canjeado participaciones preferentes por acciones no se habría producido.

¿Corre peligro el dinero de los ahorradores?

Si la pregunta se refiere al dinero depositado en los bancos y cajas, podemos afirmar con relativa seguridad (en economía no hay certezas absolutas en nada) que no corren ningún peligro. Aparte de porque el escenario de una quiebra de una entidad bancaria es más que improbable, por el efecto devastador en todo el sistema, hay un segundo muro de contención que es el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD). Si bien es cierto que a día de hoy no dispone de la liquidez suficiente, no es menos cierto que el Estado lo completaría si hiciera falta para cubrir los 100.000 euros por persona y banco que garantiza.

Por tanto, los ahorradores que tienen el dinero en cuentas y depósitos nada tienen que temer. Menos amparo tienen otros productos financieros que veremos a continuación:

Participaciones preferentes de Bankia: es un producto sin liquidez y cuyo cupón depende de que el banco tenga beneficios, lo cual difícilmente va a ser la realidad de la entidad intervenida. Son ahorradores que decidieron no acudir al canje de acciones y cuyo futuro es incierto. Si los nuevos gestores deciden algún día amortizarlas, pagarán bastante menos dinero a sus tenedores, con toda probabilidad.

Pagares de Bankia: cobrarán al vencimiento el interés implícito pactado, sin más problemas.

Planes de pensiones (más correctamente los fondos de pensiones) y fondos de inversión: nada tiene que temer al inversor, ya que el patrimonio de estos productos está al margen de la entidad depositaria y la gestora. Eso significa que incluso en el caso de que Bankia quebrara, a los ahorradores se les liquidaría a precio de mercado en base al valor de los activos de fondos y planes.

Acciones: los accionistas son los peor parados por los problemas de Bankia. La entrada de capital público diluye el precio de las acciones y, además, la venta masiva también reduce la cotización. Ser propietario de un banco es lo que tiene, que si va mal se pierde dinero. Lo más triste son los propietarios forzosos, los que canjearon preferentes por acciones.

En cuanto a los productos de financiación, lamentamos informa a los que tienen créditos o hipotecas con Bankia que pase lo que pase, no se les perdonará la deuda. Incluso en el caso de quiebra de Bankia, el dinero se tendría que devolver a los acreedores que se quedarán el activo (nuestra deuda).

En resumen, calma para los clientes tradicionales de Bankia y pérdidas para los que tienen productos de riesgo. En todo caso, lo que suele ocurrir cuando se invierte.

Pinche en la tabla para acceder a los productos más seguros de los bancos

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