La preocupación de los ahorradores ante la situación de la banca española es lógica. Durante los últimos meses no han parado de sucederse acontecimientos que han ensombrecido la imagen del nunca demasiado bien visto sector bancario español.
Las dudas sobre la seguridad, la confianza y la ética de los bancos y cajas están en la mente de los ciudadanos que se lo piensan más de dos veces a la hora de depositar sus ahorros y contratar un producto bancario. ¿Qué actitud debemos tomar en estos momentos? ¿Cómo se presentará el futuro inmediato del sector?
El presente
Uno de los aspectos que más inseguridad y desconfianza produce entre los ciudadanos son las cuentas de la banca española. Poco se sabe de los balances de los bancos y del valor real a día de hoy de los bienes inmuebles que posee la banca, pero lo que sí conocemos es su falta de liquidez que las mantienen durante meses en una constante guerra de pasivo, buscando dinero nuevo para poder levantar sus cuentas.
Las deudas y la búsqueda de liquidez hacen levantar las sospechas ante las posibles quiebras de entidades o cajas, como muestra reciente, la delicada situación de Bankia. Aquellos ahorradores con depósitos y cuentas en la entidad no se muestran seguros, pero lejos de miedos irracionales, los ahorros en esta entidad no corren riesgos, es más, con la inyección de capital de más fondos por parte del Gobierno (y su más que futura nacionalización), los ahorradores deberían sentirse más tranquilos. Y no sólo eso, al igual que cualquier otra entidad, los depósitos bancarios siguen (y seguirán) garantizados por el Fondo de Garantía de Depósitos hasta 100.000 euros por titular, tanto de cuentas como de depósitos.
El futuro
Las entidades bancarias son vendedores de servicios financieros y, como tales, su objetivo será la de sacar el máximo beneficio por sus productos y servicios, de la misma forma que haría un comercial de otro sector. Partiendo de esta idea, como consumidores de estos productos debemos analizarlos bien antes de contratarlos, conociendo sus pros y contras. No debemos confiar que todo lo que nos ofrezca nuestro banco será beneficioso para nuestro bolsillo, para empezar, porque la entidad será la primera en valorar si la operación les compensa económicamente a ellos.
Por otro lado, así como Bankia ha sido rescatada por el Gobierno, habrá más entidades que reciban este apoyo, ya que todavía queda "bastante dinero que inyectar al sistema" según los expertos; la obligación de los ciudadanos será la de pedir que esa inyección de capital, fuese lo más transparente y consensuada posible.
Claves para superar la situación bancaria actual (y para estar más tranquilos)
Las cuentas y depósitos bancarios siguen siendo productos seguros por muchas razones, pero la principal es su garantía de 100.000 euros por titular y depósito y caja. Para los ahorradores que tengan capital con menos de este importe en uno de estos productos, no hay motivo por el que preocuparse.
No debemos optar por inversiones como acciones, oro o Forex, a no ser que contemos con una buena información acerca del funcionamiento del mercado y de la operativa de cada uno. Al no ser un producto pensado para el ahorrador tradicional, lo más recomendable es acudir a expertos independientes para que nos informen.
Los fondos de inversión siguen siendo uno de los productos más seguros y rentables si se gestionan bien. En caso de quiebra de la gestora o depositante, los activos no se los quedarán los acreedores sino los partícipes del fondo, que pasará a liquidarse y cobrarse.
En el caso de contar con un importe elevado para invertir, es imprescindible contar con asesoramiento independiente (no un banco o caja) o una persona de confianza de nuestro entorno que tenga suficientes conocimientos financieros.
El mejor remedio para el miedo del ahorrador es la información, independiente y contrastada.
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