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Preocupación en el Gobierno por otro 'lunes negro' en los mercados

A puerta cerrada, Rajoy reúne a la cúpula del PP, incluidos los barones regionales. Hablará sin tapujos. La apertura de la Bolsa preocupa al Gobierno.

A puerta cerrada, Rajoy reúne a la cúpula del PP, incluidos los barones regionales. Hablará sin tapujos. La apertura de la Bolsa preocupa al Gobierno.

El Gobierno aguantará la respiración a la apertura de la Bolsa este lunes. La preocupación es enorme y apenas disimulada. El viernes, la prima de riesgo escaló hasta los 494 puntos con respecto al bono alemán, anotándose un nuevo récord y haciendo saltar todas las alarmas. "Así no podremos aguantar mucho más. Ningún país soporta un diferencial tan alto", se expone en privado. Solventar la crisis de la deuda se ha convertido, en voz del propio Mariano Rajoy, en la gran prioridad del Ejecutivo, y de ahí que se mantenga la presión, pública pero principalmente por vías más discretas, sobre el Banco Central Europeo.

Si al cierre de la semana la declaración de quiebra por parte de Cataluña, uno de los grandes motores económicos del país, fue el motivo de la incertidumbre, el Gobierno fija ahora su mirada en Bankia, cuya cotización fue suspendida para que su consejo de administración se celebrara en un clima de cierta tranquilidad. Así, el banco no tuvo que enfrentarse a los mercados una vez anunciaba que necesita un rescate por parte del Estado de 23.500 millones, haciendo añicos los cálculos hechos públicos por el propio departamento de Luis de Guindos, ministro de Economía.

Teniendo en cuenta que la reforma del sistema financiero -con dos fases ya ejecutadas- es una de las patas del programa de acción del Gobierno para hacer devolver la certidumbre, el temor se hace comprensible. Un alto cargo expone abiertamente los miedos: "Los mercados pueden entender que si esto ha pasado con Bankia, puede pasar también con otros y poner en duda a toda la banca del país, y eso sería terrible". La receta, inciden, es que el Gobierno se ha apresurado a decir que "sí" a todas las peticiones de la Unión Europea para estudiar las entrañas del sistema, incluyendo que dos auditoras extranjeras e independientes analicen los balances de las entidades, haciendo poner en duda ni más ni menos que la Banco de España.

El problema, coinciden varios cargos del PP, es que el clima de incertidumbre general no ayuda a salir adelante. Poniendo encima de la mesa Grecia, la siguiente ficha del dominó parece seguir siendo España, interpretan. "Estamos haciendo los deberes, con reformas muy duras ejecutadas a velocidad de crucero. La UE debería de ayudarnos cuanto antes porque puede darse la circunstancia de que cuando quiera hacerlo ya sea demasiado tarde", aseguraba esta misma semana un ministro. En Moncloa aseguran que si Bruselas sigue apostando por el euro tiene que sujetar al país, porque en caso contrario el sistema monetario no tiene futuro.

Rajoy cita al Comité Ejecutivo del PP

En estas circunstancias, con el miedo en el cuerpo por un lunes negro que haga de la entrante otra semana complicada en el parqué, el presidente reúne en Génova13 al Comité Ejecutivo de su formación, del que también son integrantes los barones autonómicos. Si nada cambia, será a hermética puerta cerrada -en la anterior cita, incluso pidió a los componentes de la misma evitar las filtraciones a los medios-. Quiere hablarles sin tapujos de la difícil situación y pedirles ayuda. A las CCAA que cumplan sí o sí porque el objetivo de déficit público es irrenunciable y al PP en general que apoye con más vehemencia las reformas.

En el cuartel general de los populares se asegura que se están dando avances y que la comunicación es mejor. Hay reuniones semanales entre los responsables de comunicación de Moncloa y PP y se hace llamar semanalmente a los periodistas para que los cargos sectoriales expliquen qué está haciendo el Gobierno. Pero Rajoy quiere más. Llamará, según las fuentes consultadas, a "patear la calle" para que la propaganda socialista no cuaje en la ciudadanía. Cabe recordar que los comicios gallegos y vascos están literalmente a la vuelta de la esquina.

También expondrá que el panorama es francamente complicado. El presidente descarta una intervención, pero su equipo repite que ninguna nación puede tener una prima de riesgo por encima de los 450 puntos mucho tiempo. Y España lleva semanas. De hecho, existe el terror real de que, por segunda vez, pueda producirse el hecho de sobrepasar los 500, consecuencia de la vuelta de Bankia al parqué. Los analistas consultados por el Gobierno no lo descartan.

La reunión con Rubalcaba

Esta radiografía se la hizo, sin paños calientes, a Alfredo Pérez Rubalcaba el viernes, en el intenso despacho de más de tres horas que protagonizaron. Ambos descartaron que la UE tenga que aportar dinero a la banca. "En absoluto", zanjó Soraya Sáenz de Santamaría. En el Gobierno creen que sería la puntilla; que no se volvería a confiar en las entidades patrias. Los trapos sucios se limpian en casa. En otras palabras, el gabinete gubernamental asegura que puede hacerse cargo, y confía en que el saneamiento puesto en marcha de sus frutos.

Las miradas, pues, siguen posadas en el organismo que dirige el italiano Mario Draghi. Con las gestiones realizadas a todos los niveles, principalmente con Alemania -con Angela Merkel Rajoy habló del asunto en Chicago-, el Ejecutivo quiere creer que si la cosa "se pone muy fea" habrá inyección de liquidez. El PSOE está de su lado en este sentido. "A ver cómo aguantamos esta semana", comenta una fuente del Gobierno, a la espera de que la Bolsa abra. En lo político, el Congreso dará luz verde a la segunda fase de la reforma financiera.

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