Tanto los ministros de Finanzas como los gobernadores de los bancos centrales del G-7 van a mantener una conversación telefónica de urgencia que tiene como objetivo principal afrontar la crisis que afecta a la Eurozona y los problemas de la banca en España y la incertidumbre de las elecciones en Grecia.
Tal y como informa la agencia Reuters, tras los rescates de Grecia, Irlanda y Portugal los mercados financieros están alerta. En este sentido, el ministro canadiense de Finanzas, Jim Flaherty, confirmó la reunión con el resto de socios del G-7 para elevar la presión para que los estados europeos actúen.
En declaraciones a los periodistas aseguró que "la preocupación real en estos momentos es Europa por supuesto, la debilidad en ciertos bancos en Europa, el hecho de que están subcapitalizados, el hecho que otros países europeos en la zona euro no han tomado suficientes acciones aún para abordar esos problemas de subcapitalización de bancos y construir un cortafuegos adecuado", dijo Flaherty a periodistas.
En este sentido, la revelación de esta reunión telefónica se ha producido después de que Alemania,dijera que depende de España decidir si necesita asistencia financiera, después de noticias aparecidas en prensa sobre que Berlín estaba presionando a Madrid para que solicite ayuda.
La canciller alemana, Angela Merkel, y líderes de su coalición de centroderecha dijeron en un comunicado conjunto que "todos los instrumentos están disponibles para garantizar la seguridad de los bancos en la zona euro". En su texto, prácticamente descartaron peticiones de España para permitir que los fondos de rescate de la zona euro le presten dinero directamente para recapitalizar a los bancos españoles, que luchan con malas deudas en propiedades, sin que el Gobierno tenga que tomar un programa de rescate.