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Rajoy y el Rey reclaman a la UE "solidaridad" con España

Rajoy se desmarcó sin estridencias de Merkel y por primera vez respaldó los eurobonos. El Rey pidió "solidaridad" ante las "cargas financieras".

El presidente del Gobierno rompió la baraja de las alianzas en el seno de la Unión Europea. Por primera vez, se pronunció a favor de los eurobonos, una medida que hasta ahora defendía solo entre bambalinas; se reconocía que podría ser bueno para los intereses patrios, pero a medio plazo. Hasta la fecha, lo importante era que el Banco Central Europeo inyectara cuanto antes liquidez.

En el pleno del Senado, Mariano Rajoy cambió de tercio. Lo hizo dentro de su discurso al uso en política económica. Pero lo hizo. “Europa necesita apoyar a quien está en dificultades y necesita una integración fiscal con una autoridad fiscal y una integración bancaria, una unión bancaria con eurobonos, con un supervisor bancario y con un fondo de garantía de depósitos europeos", resumió. Así, el jefe del Ejecutivo, que busca su hueco en la locomotora comunitaria, le dio un terrón de azúcar al francés François Hollande para quitárselo a la alemana Angela Merkel.

En la última cumbre europea celebrada en Bruselas, que se vino a denominar una cena informal de los líderes de la UE, éste fue el verdadero asunto de fricción y supuso un auténtico choque de trenes entre Francia y Alemania. Entonces, como también en Chicago -donde fue abordado por el asunto-, Rajoy optó por no mojarse. Su película era otra, la de intentar forzar a Mario Draghi para que tomara cartas en el asunto ante una prima de riesgo disparada, y decidió por la opción más salomónica. Ni sí ni no: los eurobonos eran una opción, pero no prioritaria.

Deuda común

Con este nuevo movimiento, España apuesta activamente por esta opción, que el presidente encuadró dentro de su estrategia europea. En lo que respecta a los eurobonos, hay muchas alternativas y todavía no está claro por cuál se decantan en París, pero lo que sí es evidente es que el nuevo Gobierno galo quiere algún instrumento conjunto que esté respaldado por todos los países de la Eurozona. En esto consiste, a grandes rasgos, esta herramienta. Los 17 estados emitirían deuda (eurobonos) y la respaldarían conjuntamente.

De esta manera, los países en problemas se verían beneficiados por el respaldo alemán o finlandés. Su coste de financiación caería drásticamente. La contrapartida es que los estados que sí tienen las cuentas públicas saneadas avalarían al resto, con los riesgos que esto tiene, informa D. Soriano.

Precisamente, para limitar al máximo este peligro, Merkel siempre ha defendido que cualquier tipo de iniciativa conjunta se combine con una política económica común, especialmente en el tema bancario y fiscal. El Gobierno germano querría así cubrirse las espaldas. Podría decirse que su mensajes sería algo así como: "Si yo pago parte de las facturas, a cambio me quiero asegurar de que todo se hace de acuerdo a mis criterios".

Guiños a Merkel

Rajoy también realizó este martes guiños claros a Merkel, su aliada principal, reiteran en Moncloa. Lo hizo al apuntalar su compromiso con el control del déficit público así como por el hecho de que seguirá emprendiendo reformas en los próximos meses. Así se reafirmó en el pleno, y de forma mucho más profusa en una reunión a puerta cerrada con su grupo en la Cámara Alta. En ambos momentos, recibió una larga ovación por parte de los parlamentarios afines.

Ante los senadores del PP, Rajoy aseguró que en el próximo año empezarán a sucederse buenas nuevas en lo económico. Sigue así la estela que inició en Sitges, en un foro con lo más granado del mundo empresarial, para negar la apocalipsis y solemnizar que España saldrá de la crisis. “La situación económica no es buena como no lo es desde hace años, pero esta evolución es la que habíamos previsto”, aseguró el presidente, en respuesta a Marcelino Iglesias, ya en la sesión de control al Gobierno.

“Dijimos que este año 2012 iba a ser malo”, añadió, destacando la enorme deuda externa de casi un billón de euros. Pero mandó un mensaje de confianza: “Podemos hacerlo porque ya se hizo cuando hubo un Gobierno con buenas políticas”, y de ahí que llamó a dar “batallas importantes” en Bruselas.

"Por eso lo hacen tan mal"

Sin embargo, lo más colorido que dejó el rifirrafe vino por la labor de oposición del PSOE. Iglesias, en su calidad de portavoz, utilizó su tiempo para desacreditar toda la gestión del Gobierno en estos cinco meses. Al terminar, Rajoy le espetó: “Estoy de acuerdo con algunas de las cosas que ha dicho, no es fácil la labor de oposición. Tiene usted razón. Por eso lo hacen tal mal”. El presidente aún le dio una última estocada: “Tienen ustedes un curioso procedimiento de llamar al acuerdo (…) Vamos a hablar en serio”.

El presidente, que defendió su dirección y gestión de los tiempos en una caótica jornada parlamentaria, llamó a la serenidad y a la tranquilidad. Así se lo pidió a los suyos, a puerta cerrada. En un círculo más íntimo, en un almuerzo con los fuertes del Senado -entre ellos, Pío García Escudero y Javier Arenas-, se reivindicó en las decisiones tomadas pese a admitir que la cosa “está difícil”. Previamente, Soraya Sáenz de Santamaría, Cristóbal Montoro o Alfonso Alonso se esforzaron en alejar los fantasmas de la intervención en una jornada en la que la prima de riesgo volvió a cerrar por encima de los 500 puntos.

El mensaje del Rey

También ha lanzado un mensaje a la UE, desde Chile, el Rey. En un brindis antes de su almuerzo con el presidente chileno, don Juan Carlos ha reclamado "solidaridad a Europa. En su opinión, el problema no es económico, sino político, porque los inversores dudan de la voluntad de los europeos de "seguir juntos" y defender su moneda común, informa Efe. Así, según Juan Carlos I, la solución debe ser también política: "más Europa, no menos Europa".

"Europa requiere austeridad y disciplina; pero la austeridad por sí sola no salvará a Europa", subrayó el jefe del Estado español, antes de añadir: "Se necesita además solidaridad para hacer soportables las cargas financieras que hoy abruman a algunos de nuestros países". "Sin solidaridad es posible que el proyecto económico europeo pueda sobrevivir; lo que no podrá sobrevivir será el proyecto político europeo", precisó el Rey.

En su intervención también se ha referido a la situación concreta de España: aunque éste sea "el momento más doloroso del tratamiento", ha ensalzado los pasos del Gobierno. En su opinión, ha emprendido unos ajustes presupuestarios "sin precedentes", unas reformas estructurales "de gran calado" y un saneamiento del sistema financiero "que ha sufrido en carne propia la dureza de la crisis". "Las cosas han empezado a mejorar", ha dicho.

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