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Margallo confirma que el informe del FMI llega hoy

El ministro de Asuntos Exteriores también ha negado tajantemente el rescate, y ha afirmado que el informe del FMI llegará "durante el día de hoy". 

"Vengo de la reunión del Consejo de Ministros y no se ha hablado de esto", respondía tajante Jose Manuel García Margallo a las preguntas sobre el posible rescate. El ministro ha acudido este viernes a clausurar las jornadas de ‘Munich 1962. El contubernio de la concordia’, donde han sido inevitables las referencias a la noticia de Reuters y la posible intervención de nuestro país. "Nadie está en esa hipótesis" respondía el ministro a los periodistas, señalando que el Gobierno se encuentra a la espera "no de un rescate, de la operación en la que estamos evaluando las necesidades de la banca española".

García-Margallo no ha ahorrado en repeticiones, insistiendo en numerosas ocasiones sobre la misma idea: "En ningún caso se ha hablado jamás de un rescate a la economía española", repetía, justificando que "ni España lo necesita, ni la facilidad de rescate europea tendría fondos suficientes para España".

Según el jefe de la diplomacia española, el Gobierno espera que el informe del FMI sobre la banca de nuestro país llegue "durante el día de hoy" y "entonces se verá como se resuelve el tema, cuando veamos cuáles son las necesidades de financiación", indicó.

Visiblemente molesto por las continuas alusiones a la información difundida por Reuters, ha expresado su desagrado con este tipo de filtraciones que en su opinión, sólo benefician a "quienes quieren ganar dinero en los mercados sobre la base de noticias que depriman los bonos españoles". En su opinión, "no hay otra respuesta". A estos "especuladores" Margallo advirtió que "no podemos estar desmintiendo cualquier información que a cualquiera se le ocurra en cualquier momento".

Los Eurobonos, la solución

En su discurso de clausura de las jornadas, Jose Manuel García-Margallo aprovechó para reclamar un "refuerzo" de ese sentimiento "profundamente europeísta" que germinó en el encuentro de demócratas españoles en 1962 en Múnich.

Margallo apostó firmemente por una salida "europea" a la crisis como única vía infalible, recordando que en aquellos días de aislamiento de nuestro país, también la unidad del continente supuso un impulso definitivo. El ministro pidió rescatar el espíritu de la reunión vivida en la capital bávara, que nos debe hacer recordar a Europa "no sólo como un mercado, ni como una unidad geográfica".

Y es que, en su opinión, es la debilidad actual que se proyecta desde Europa la que está desincentivando la inversión: "Los inversores desertan de Europa porque dudan de nuestra voluntad de seguir unidos, de seguir juntos, de apostar por nuestra moneda", apuntó. Margallo citó el caso de Grecia, a la que a pesar de haber diseñado diversos mecanismos de ayuda y haberlos modificados "sigue al borde del caos" por las dudas que se generan sobre su permanencia en la moneda única. "Europa es como el Titanic, que si se hunde uno se sacrificarán también el resto de pasajeros de primera clase", aseguró, en clara referencia a países como Alemania. 

Para consumar esa unidad europea, Margallo solicitó decisiones "no sólo económicas sino también políticas". En este sentido, reclamó al Banco Central Europeo que "compre deuda de los países cuando esté amenazada por los especuladores".

Pero, sobre todo, el ministro hizo una cerrada defensa de los Eurobonos, que definió como una herramienta eficaz para enviar a los mercados internacionales el mensaje de unidad: "Los mercados buscan una señal de que queremos estar juntos. Esa es la señal", aseveró.

En opinión del ministro, la Unión atraviesa ahora un "momento fundacional" que exige "una tarea activa" que vaya más allá de las simples "protestas verbales". En su habitual afición por las citas, Margallo recuperó a Santos Juliá criticando la inacción de la Generación del 98, para trasladarla al momento actual: "Todos ellos se conforman con protestas verbales, no llaman al pueblo a la acción, como sería lógico esperar de quienes se sienten angustiados por su pasividad". El ministro aseguró que a nosotros nos corresponde "no seguir este ejemplo" de la pasividad, y actuar "como se hizo en Múnich, si no queremos quedar orillados por los vientos de la historia, para recuperarnos como una gran nación". 

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