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Grecia, Irlanda y Portugal quieren renegociar sus planes de rescate

Los políticos de estos tres países intervenidos se agarran al plan de ayuda español para tratar de suavizar las condiciones impuestas por la troika.

El hecho de que el rescate financiero español por parte del Eurogrupo, hasta un importe máximo de 100.000 millones de euros, no implique directamente la exigencia de nuevas reformas estructurales y ajustes fiscales ha levantado ciertas protestas entre los líderes políticos de los otros tres países de la zona euro rescatados. Grecia, Irlanda y Portugal se acogen ahora al acuerdo alcanzado entre Madrid y las autoridades comunitarias para tratar de suavizar las condiciones macroeconómicas impuestas por la troika -Comisión Europea, Fondo Monetario Internacional y Banco Central Europeo- en sus respectivos planes de rescate.

Alexis Tsipras, el líder de la coalición de izquierdas Syriza, uno de los candidatos favoritos de cara a las elecciones generales del próximo fin de semana, aprovechó el anuncio del rescate español para reforzar su posicionamiento crítico respecto a la troika. "Los acontecimientos en España confirman la posición que hemos adoptado desde el principio, que la crisis es un problema de toda Europa y la forma en que se ha manejado hasta el momento ha sido socialmente catastrófico y completamente ineficaz". No es el único, ya que las principales fuerzas políticas helenas -también socialistas (Pasok) y conservadores Nueva Democracia)- aspiran, como mínimo, a renegociar las actuales condiciones de austeridad y reformas que impone la troika.

Irlanda pretende, igualmente, alcanzar un trato similar al conseguido por España con carácter retroactivo en su plan de rescate a través del Fondo europeo temporal (EFSF, por sus siglas en inglés), según señalaron distintas fuentes europeas. Dublín aceptó un rescate soberano de 85.000 millones de euros en noviembre de 2010, pero sólo después de asumir el listado de reformas y ajustes que exigía la troika. Dublín pretende plantear la renegociación de su rescate durante la próxima reunión del Eurogrupo, prevista para el próximo 21 de junio.

Irlanda, al igual que España ahora, recibió ayuda internacional como resultado de los problemas de solvencia que presentaba su sistema financiero. Sin embargo, en su caso se optó por un rescate total del país a cambio de una serie de condiciones macroeconómicas. Pese a ello, el ministro de Finanzas irlandés, Michael Noonan, señaló que las exigencias impuestas a España no son tan buenas como piensan muchos, a pesar de que Madrid no tendrá que aplicar medidas de austeridad extra, al menos por el momento. "Al igual que los programas de asistencia existentes, los fondos europeos previstos para España serán responsabilidad del Estado español", con lo que el rescate irlandés, en el fondo, no es muy diferente del de España, según advirtió Noonan.

Mientras, los partidos de la oposición criticaron duramente al Gobierno de Dublín por no conseguir unas condiciones más favorables de la troika, tras anunciarse que el plan español no imponía medidas económicas extra.

Por último, la oposición portuguesa también reclamó renegociar las condiciones de su particular plan de rescate. Pese a ello, el primer ministro luso, Pedro Passos Coelho, respondió que no hay razón para replantear el mecanismo existente, pero que seguirá muy de cerca las condiciones del rescate español.

A diferencia de España, Grecia, Irlanda y Portugal aceptaron el rescate internacional a cambio de un riguroso plan de reformas estructurales para impulsar el crecimiento y ajustes fiscales para reducir el déficit, sometiéndose así a la intervención económica de la troika y a la supervisión trimestral de los avances alcanzados en tales materias, socavando con ello su soberanía nacional. Algunos de los principales líderes políticos de los países rescatados se preguntan ahora por qué la troika no exige estas mismas medidas a España.

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