El paro parece no afectar a los chinos. En España hay 166.000 chinos empadronados aproximadamente, a los que hay que sumar los sin papeles, de los que 85.025 están afiliados a la Seguridad Social. Sin embargo, tan sólo constan 2.672 en las listas del paro.
Según los datos del Instituto Nacional de Estadística, su población activa es mayor entre su colectivo y asciende aproximadamente al 72% del total, lo que sitúa su tasa de paro en aproximadamente un 2,3%.
En Madrid, los ciudadanos de esta nacionalidad rozan el pleno empleo y son también los más emprendedores. El 40% trabaja como autónomos o tienen su propia empresa. El aumento de número de autónomos lleva consigo un incremento de la contratación de trabajadores, en su mayoría de su misma nacionalidad, pero cada vez es más habitual ver a españoles trabajando en establecimientos regentados por chinos.
Según declaró a Libre Mercado el presidente de la Asociación de Chinos en España (ACHE), Chen Shengli, la clave de la resistencia de los chinos a la crisis reside en la "lucha, el esfuerzo y el trabajo". Shengli cree que se exagera cuando se piensa que a los chinos no les afecta la crisis. "Hay que trabajar más esperando que venga mejor tiempo. También hay empresarios chinos que están sufriendo, pero trabajan más horas aunque sepan que van a ganar menos". En su opinión, ésa es la diferencia entre el empresario y comerciante chino y el español.
La cultura china les hace no cesar en su empeño y si un negocio no funciona se lanzan a otro sin dudarlo. Su gran facilidad para adaptarse a circunstancias cambiantes es una de las claves de su éxito. Además, colaboran mucho los unos con los otros y tienen un alto compromiso con el pago de sus deudas, ya que dentro de su cultura el crédito o la deuda no están bien vistos.
Los marroquíes, los peor parados
Los ciudadanos de Marruecos residentes en Madrid son, al contrario que los chinos -con una tasa de paro del 5,6%-, los extranjeros con una tasa de desempleo más alta (54,95%), según se desprende de la Encuesta Regional de Inmigración 2012 (ERI) de la Comunidad de Madrid. Les siguen los subsaharianos (52,03%) y los búlgaros.
Lo que ocurre en Madrid se puede extrapolar a lo que sucede en el resto de España. Y es que los ciudadanos procedentes de Marruecos sufren un paro de más de 148.000 personas, lo que contrasta con los 2.600 chinos desempleados.
La ERI, realizada en el primer trimestre de este año a inmigrantes de entre 16 y 64 años que residen en diversas localidades de la región madrileña, señala que el 56% de los inmigrantes cuenta con empleo, el 34,63% está en el paro y el 4% estudia.
En cambio, los colectivos extranjeros que tienen más empleo que los españoles son los paraguayos, cuya tasa de empleo es el 87%, y los chinos. Los chinos, además, son los extranjeros que menos remesas envían a sus países de origen. El 33% envía dinero a su país de origen una vez al mes.
