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Merkel no cede a las presiones: "La fortaleza de Alemania no es infinita"

Berlín rechaza la idea defendida por Rajoy, consistente en acelerar la unión fiscal y bancaria de la zona euro.

En los últimos días, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha insistido en la necesidad de avanzar rápidamente hacia la unión fiscal, la unión bancaria y la creación de eurobonos para resolver la crisis de deuda europea y garantizar la supervivencia del euro. De hecho, el miércoles pidió por escrito a Bruselas que el Banco Central Europeo (BCE) inyectara urgentemente liquidez a España para tratar de rebajar una prima de riesgo que, desde el anuncio de rescate europeo el pasado sábado, no ha dejado de aumentar.

A esta petición se suma ahora el Fondo Monetario Internacional (FMI). Un portavoz de la institución reiteró este jueves que España dio el "paso adecuado" al solicitar ayuda para sus bancos al Eurogrupo, pero aseguró que se "necesitan acciones integrales y urgentes" en el seno de la eurozona.

Pese a las presiones, Berlín, por el momento, no cede. La canciller Angela Merkel abogó este jueves por una supervisión independiente de la banca, al tiempo que pedía no sobrevalorar la fortaleza de Alemania frente a la crisis de la zona euro. "La fortaleza de Alemania no es infinita. Las fuerzas de Alemania no son ilimitadas", advirtió la canciller, en una declaración de Gobierno ante el Bundestag (Parlamento federal) de cara a la cumbre del G20 en México, para hacer hincapié en la disposición del país a "ayudar", pero no a cualquier precio. La crisis de la deuda en la zona euro será el tema prioritario de cumbre del Grupo de los Veinte (G20), los días 18 y 19 de junio, justo después de los comicios griegos.

Primero, cesión de soberaría

Merkel aprovechó su intervención para insistir en su conocido rechazo a la emisión de eurobonos -por encima de las presiones de algunos de sus socios de la UE en sentido contrario- o cualquier otra fórmula de colectivización de la deuda, ya que sería "absolutamente contraproducente", añadió. "No hay que optar siempre por la fórmula que parece más rápida, sino por la mejor", indicó la canciller, para pedir a continuación "no sobrevalorar las fuerzas de Alemania". "Alemania está ahí, es el motor económico y responderá en favor del bienestar común de todos, al servicio de todos", pero sus capacidades de actuación "no son ilimitadas", precisó.

Asimismo, señaló que es "preciso una supervisión independiente" de la banca, ya que el actual sistema financiero es "demasiado dependiente de los reguladores nacionales", abogando así un papel más activo también del Banco Central Europeo (BCE). Sin embargo, rechazó nuevamente la unión bancaria y la creación de un fondo de garantía de depósitos común sin alcanzar antes una auténtica unión fiscal, capaz de controlar la política económica y presupuestaria de los países miembros.

Merkel se opuso a este tipo de "soluciones milagrosas", ya que serían "contraproducentes" y, además, violarían la Constitución alemana. En cambio, hizo un llamamiento para avanzar la unión política europea.

El Bundesbank no quiere unión presupuestaria

Por su parte, el presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, se mostró escéptico sobre la unión presupuestaria en la zona del euro ya que "podría contener componentes de transferencia más grandes". En su intervención en un foro económico organizado por el Centro para la Investigación Económica Europea (ZEW), Weidmann dijo que en "una unión presupuestaria los Estados que presentan desequilibrios económicos o financieros deben aplicar reformas estructurales y lograr unas finanzas públicas sólidas para poner en buena forma de nuevo su economía".

"Según la configuración, una unión presupuestaria puede contener componentes de transferencia más grandes", advirtió Weidmann. El presidente del Bundesbank se declaró convencido de que "la mayoría de las ciudadanas y los ciudadanos de la Unión Económica y Monetaria" no aceptarían solucionar los problemas estructurales de países concretos simplemente a través de transferencias porque las dificultades se reforzarían.

Ampliar la responsabilidad común "no es una respuesta a un amenazante cansancio a las reformas en Europa, sino lo contrario", aseguró. En esta línea, el último informe del BCE incide en que España debe reducir el déficit de las Administraciones Públicas "fundamentalmente a través de fuertes recortes del gasto, particularmente en 2012".

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