Alberto Recarte ha vuelto este jueves a su cita semanal con los seguidores de Es la Noche de César. El economista y consejero de Libertad Digital ha respondido a las dudas sobre la situación económica que le han planteado los oyentes de esRadio.
- ¿Está España intervenida?
- Sí, está intervenida, pero no rescatada. Tenemos un rescate más importante de lo que parece, pero nada parecido a lo que le pasó a Grecia, Portugal o Irlanda. El BCE ha dado ya líneas de redescuento a la banca por 350.000 millones, probablemente tiene 50.000 millones de deuda comprada en el mercado secundario y nos van a dar 100.000 millones para recapitalizar a la banca. Son 500.000 millones de euros que, excepto lo que ha comprado el BCE en el mercado secundario, son a muy bajo tipo de interés, el 1-3%. Es una especie de rescate. Lo que ocurre es que ahora ya no hay dinero. España es demasiado grande para un rescate clásico, necesitaría otros 600.000 millones de euros. Se nos va a ir dando el dinero a cuentagotas, en función de las necesidades, de lo que el Gobierno haga y del dinero que le sobre al fondo de rescate permanente (500.000 millones). Y una vez que se gaste ese dinero, entramos en una crisis europea de definición.
- ¿De dónde salen los 65.000 millones de recorte de Rajoy? A mí no me salen las cuentas.
- No lo sé. Lo que he hecho es dividirlo entre cinco semestres y sale a unos 12.000 millones en cada uno de los semestres. Eso hay que ponerlo en relación con lo que se supone que va a crecer o decrecer la economía. Ahora mismo, es una cifra tirada al azar. Para que hubiese sido seria, tendría que ir acompañada de tres cuadros macroeconómicos para 2012-13-14.
- ¿Cuál es su valoración general del recorte de Rajoy?
- Es parte del recorte necesario, partiendo de una premisa: en 2007 y 2008 los españoles estábamos viviendo por encima de nuestras posibilidades y gastando lo que no teníamos. Entre un 10 y un 15% más. Y ése era el endeudamiento de España. Hace unos años producíamos en valor lo mismo que este año, pero además consumíamos 100.000 millones más, que es lo que pedíamos prestado. El ajuste es de toda la sociedad, pero el Gobierno, desordenadamente, está aplicando el empobrecimiento a todo el mundo. Empezó con los que pagamos el IRPF o tienen rentas del ahorro; ahora ha empobrecido vía IVA el consumo de todos los españoles; falta por ajustar los impuestos indirectos...
Pero faltan ajustes en el gasto público. Ya lo hizo Zapatero con los funcionarios y ahora lo hace el Gobierno. Lo ha hecho muy poco con los parados y las contribuciones que reciben cuando entran en paro. En pensiones hay un ajuste que falta por hacer para distribuir entre todo el mundo el empobrecimiento. Pero nadie ha explicado que teníamos que ser todos más pobres y de que lo único que se trataba es cómo se distribuía este empobrecimiento.
Está mal no explicarlo y claramente, en el caso de los funcionarios, la opción era mantener los 3 millones de personas o prescindir de 400.000 o 500.000 personas, de los cuales la mitad son cargos políticos de una u otra forma, pero manteniendo el sueldo. Creo que habría sido mejor una administración mucho más pequeña y mejor pagada que una administración enorme en la que no se ha abordado la reducción del número. Especialmente en las autonomías tenemos el problema.
- ¿Habrá recorte a las pensiones?
- Creo que habrá recorte de pensiones en algún momento. Por lo menos habrá congelación. Nos están aplicando la UE el mismo tratamiento que a Portugal. Las pensiones más altas probablemente se recortarán. Probablemente no este año, pero sí el que viene o el otro.
- ¿En qué se concretará la liberalización y privatización de los transportes?
- No lo sé. El año pasado, cuando el Gobierno de Zapatero, la oposición del PP clamaba contra la venta que querían hacer de Aena, ferrocarriles, loterías... diciendo que estábamos dilapidando el patrimonio. Este año vamos a hacer lo mismo, pero a un precio inferior. Yo creo que no se trata tanto de ingresos como de traspasar deuda a aquel que compre la parte correspondiente. Prefiero esperar a ver en qué se concreta. El Gobierno puede salir por cualquier sitio.
-La subida del IVA, añadida a la del IRPF, me parece todo un atraco. ¿Cómo lo ve usted?
- Voy a defender la subida del IVA. Hay tres razones fundamentales para subir el IVA y había que haber empezado por ahí cuando se hizo el primer recorte fiscal en enero de este año. En primer lugar, en España se dice que la economía sumergida es el 20-25%. Eso quiere decir que el 30% del consumo se hace con dinero negro. La única forma de recaudar dinero de la economía sumergida es a través de los bienes de consumo último. En segundo lugar, es equivalente a una devaluación del 3%: los bienes que se importan van a pagar un 21% y los que se exportan se deducen un 21%. En tercer lugar, no es cierto que sea muy gravoso para las empresas, aunque sí para los consumidores. Por eso precisamente se inventó el IVA, para que las empresas soportaran las subidas de impuestos sólo sobre el valor que ellas añadían.
- Tras el ajuste, ¿cumpliremos este año el objetivo de déficit o todavía nos falta?
- No tengo ni idea. Yo era de los que pensaba, cuando veía la recaudación del mes de abril que estábamos remontando e íbamos a cumplir. Pero cuando vimos la recaudación del mes de mayo me di cuenta de que nos habían engañado. No me creo ya nada de este Gobierno. Porque una cosa es que anuncie las medidas, otra es que las transforme en decretos leyes y otra tercera es que esos decretos tengan el efecto que se supone en los ingresos y los gastos.
- ¿Qué ajustes les queda por imponer a las comunidades autónomas?
- Les queda el más importante, que es una reducción general de su tamaño, de todo el sector empresarial que tienen (empresas, fundaciones, consorcios...) y excesos de personal, sobre todo personal directivo. Eso no lo ha hecho ninguna autonomía y ése es el esfuerzo que hay que hacer. Ahí es donde el Gobierno se encuentra con problemas legales. No sé si podría hacerlo con leyes orgánicas, derogando los estatutos. Ésa es la asignatura pendiente. Ése es el tema que habrá que abordar antes o después, este año o el que viene. El Estado central no puede reducirse más de tamaño y las administraciones locales también lo tienen muy complicado. Falta un ajuste en las autonomías, que no quieren hacerlo. No están dispuestas a ceder el poder que tienen y el poder lo manifiestan manteniendo el número de empleados públicos y la influencia en toda la sociedad. Es la gran reforma que falta por hacer.