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Comprar para vivir, no para invertir

Hipotecas: quién te ha visto y quién te ve

Mientras que el Euribor sigue retrocediendo, el diferencial que aplican los bancos llega, en muchos casos, a 2 o 3 puntos.

Hace tiempo parecía una tarea imposible encontrar una hipoteca con un tipo de interés bajo, por mucho que el diferencial rondase el escaso 0,50%. El Euribor llegó a superar el 5%, con lo que al añadirle el diferencial, por bajo que fuera, el tipo de interés resultante era muy elevado y la cuota difícil de pagar.

Hoy en día, ocurre lo contrario, mientras que el Euribor sigue retrocediendo hacia mínimos por debajo del 1%, tendencia que probablemente se mantendrá durante los próximos meses, el diferencial ya llega, en muchos casos, a 2 o 3 puntos y no sería de extrañar que subiese. Hay que tener en cuenta que las cuotas bajas de hoy serán incrementos inasumibles si el euribor (u otro tipo de referencia) vuelve a subir en un futuro.

Algunos afortunados que cuentan con ahorros no dudan en plantearse, ante la decisiva bajada del Euribor, la idea de comprar una casa a modo de inversión, probablemente, animados también por los bajos precios. Para la mayoría, las principales dudas son: ¿compensa pedir una hipoteca con los altos diferenciales? ¿Podrán bajar más los precios de los inmuebles o han tocado techo?

La respuesta a la segunda pregunta no parece demasiado clara, pero en general, la mayoría de los expertos del mercado inmobiliario apuntan al "no". Teniendo en cuenta cómo se encuentra el sector financiero, es muy posible que los precios de las viviendas sigan a la baja. Ahora bien, si se trata de la compra de una primera vivienda, la respuesta es diferente, ya que no será difícil encontrar un piso con una importante rebaja y ventajosas condiciones en la hipoteca (sobre todo si se trata de un inmueble del stock bancario).

En cuanto al diferencial, lo cierto es que, si bien el Euribor ha bajado con el descenso de las tasas interbancarias, las entidades bancarias son las primeras en procurar que este dato les afecte poco o nada, por ello, calculan el interés de las nuevas hipotecas añadiendo al Euribor bajo un diferencial mucho más alto que antes. Así que, donde antes la media era de un 1%, ahora fácilmente nos encontramos con porcentajes del 2 o 3% y con requisitos mucho más duros.

¿Cuál es la solución para esquivar posibles hipotecas caras? Comparar todas las ofertas del mercado, analizar bien el producto y negociar siempre que sea posible. No hay prisa en estos momentos y no hay que aceptar unas condiciones que nos sean perjudiciales en un futuro.

Comprar para vivir, no para invertir

Son muchas las ventajas de comprar un inmueble y solicitar una hipoteca si buscamos una casa para vivir. El stock de viviendas es tan amplio, que no será difícil encontrar una que nos guste, seguramente podremos conseguir unas rebajas muy importantes, del 50% en determinados casos.

Ahora, queda pendiente encontrar una hipoteca que se adapte a nuestras necesidades. Será imprescindible aplicar la regla del "Comparar, Elegir y Negociar". Posiblemente la entidad bancaria financie alrededor de un 80% del valor de la vivienda (aunque podemos encontrar casos de financiación al 100%, de nuevo, si se trata del stock de inmuebles procedentes de entidades bancarias). Es casi imprescindible contar con importantes ahorros para los gastos de notaria, registro, impuestos sobre actos jurídicos, tasación, comisiones de apertura y gestoría de la entidad, lo que supondrá en torno a 20.000 euros para una hipoteca de 200.000 euros.

El tipo de interés se mantendrá bajo durante los primeros dos o tres años y, es posible que, si la situación económica mejora, tienda a subir sensiblemente.

Después de negociar la hipoteca con la entidad elegida y con la cuota mensual de la hipoteca en la mano, llega el momento de formularse una pregunta clave: ¿podremos asumir esa deuda a largo plazo? No más del 35% de tus ingresos debería estar destinado a la hipoteca. Si los números te cuadran y tu capacidad económica te permite acceder a financiación hipotecaria, será el momento de comprarse un inmueble para vivir.

Si de inversión hablamos, los diferentes estudios pronostican varios años de precio de vivienda estancada o a la baja, con lo que salvo que se consiga un precio muy atractivo, el ladrillo no sería una buena inversión. Con mucho menos riesgo, es mejor acudir a otros productos, como los depósitos a tipos atractivos y esperar a invertir en un futuro.

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