La reunión del presidente del Gobierno con los líderes sindicales forma parte de los contactos fuera de agenda que está teniendo estos días para abordar la grave crisis de deuda que atraviesa el país, si bien CCOO y UGT decidieron saltarse esa discreción para insistir en que seguirán con las protestas callejeras, que advierten irán a más tras las vacaciones de verano.
Fuentes gubernamentales se limitaron a confirmar la cita "a petición" de Mariano Rajoy. No se le quiso dar más trascendencia, una vez forma parte del batallón de despachos físicos o telefónicos del presidente, que apenas ha salido del palacio de La Moncloa estos días. "Si ellos quieren decir algo es porque tendrán interés en hacerlo. Rajoy, como anfitrión, no va a hacer comentarios", se limitó a comentar del lado del Ejecutivo.
El encuentro, de alrededor de dos horas, se celebró por la mañana en el despacho de Rajoy. Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez le expusieron su disconformidad con el paquete de reformas emprendidas y le emplazaron a convocar un referéndum, según los sindicatos. Tal extremo no se llevará a cabo, confirmaron desde el Gobierno. Pese a todo, el ambiente fue "positivo". El jefe del Gobierno "escuchó todo lo que tenían que decir", si bien "la hoja de este Gobierno es clara y sabemos lo que tenemos que hacer", se remachó.
Así, todo parece que seguirá igual. Habrá otoño caliente y el Gobierno mantendrá las reformas. Precisamente, a la misma hora, Luis de Guindos avanzaba que los ajustes continuarán en el tiempo y que el objetivo de reducción de déficit es irrenunciable. Choque de trenes, al menos del lado sindical.
Los sindicatos desvelaron que este encuentro tuvo raíz tras una entrevista que mantuvieron este mes de julio con la canciller alemana, Angela Merkel, que visitará la capital de España el seis de septiembre en el marco de una cumbre económica. Precisamente, ése fue el motivo de la reunión.