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El Gobierno marca en rojo el lunes en medio de una espiral de incertidumbre

Tensión en el Ejecutivo en un día sin apenas agenda. De Rajoy, únicamente una foto. Se espera a la apertura bursátil del lunes. 

Tensión en el Ejecutivo en un día sin apenas agenda. De Rajoy, únicamente una foto. Se espera a la apertura bursátil del lunes. 

El Gobierno contiene de nuevo la respiración. Existe temor a que, el lunes, España vuelva a sumirse en una espiral de incertidumbre difícil de aplacar. Los ministros, cansados tras muchas horas de trabajo y pocas de sueño para cuadrar las cuentas públicas, observaron con cierta angustia el portazo de los mercados a la primera lectura de los Presupuestos para 2013, que "sí y sí" deberían de permitir el control del déficit público.

La tensión admitida en privado se hizo evidente echando un vistazo a la agenda pública de un Gobierno silente y de un presidente con un único despacho privado con el administrador general de la NASA, Charles Frank Bolden, de la que tan solo existen fotografías. El partido que sustenta al Gobierno, pese a voces que opinaron en contra, tan solo programó una rueda de prensa de la poco conocida portavoz adjunta del Grupo Popular, Matilde Asian.

Todas las voces consultadas señalan al uno de octubre, lunes, como una nueva y dramática prueba de fuego. Hasta entonces, el Ejecutivo dispone de un tiempo prolijo para vender unos PGE que han suscitado muchas dudas entre los expertos y el rechazo frontal de la oposición. Discretamente, se ha puesto en marcha una ofensiva diplomática con los actores clave -las instituciones comunitarias, Berlín y el FMI- para explicarles la estrategia española de política económica para el próximo semestre. De momento, inciden en Moncloa, todo han sido elogios públicamente.

Además, el sábado habrá una respuesta doble. Por una parte, Cristóbal Montoro detallará la letra pequeña de las cuentas tras llevarlas al Congreso de los Diputados y, desde Vitoria, Mariano Rajoy hará una primera valoración de las mismas. Unas palabras, no obstante, que hará sobre un atril del PP en un acto de precampaña de las elecciones vascas, lo que podría originar algunas críticas.

El Gobierno no se cansará, insisten ministros en el día después, hasta lograr la ansiada consolidación fiscal, a fin de "mejorar el acceso al crédito, mejorar el saldo exterior y lograr hacer compatible la política fiscal española con las exigencias de la Unión Monetaria". Así reza en el documento elaborado por Moncloa y remitido a Bruselas. También hay un apartado muy destacado sobre la reforma del sistema financiero; la administración utiliza como percha los papeles de Oliver Wyman para destacar la claridad de los balances como marca de la casa.

Los informes de la prestigiosa auditoría se conocieron al cierre de la Bolsa, por lo que también el lunes se podrá conocer cómo ha sentado en los mercados la cruda realidad financiera del país. Y esto también provoca un nudo en el estómago en el Ejecutivo.

El rescate, encima de la mesa

En caso de que el arranque de la semana sea aciago, ¿se podría acelerar la petición del rescate? El Gobierno, públicamente, lo descarta y retoma su estribillo de que primero hay que analizar todas las posibles variables como hace cualquier familia española antes de contratar una hipoteca. En los planes de Rajoy no entra dar un volantazo, ya que antes quiere conseguir del Consejo Europeo del día 18 avances significativos en la unión fiscal y bancaria y, cabe recordar, las elecciones vascas y gallegas están a la vuelta de la esquina.

Oficialmente se llama a la calma. Son muchos datos, muchas cifras, y hay que analizarlas con detalle y sin presión, reiteran desde Hacienda. Si bien desde el Gobierno cunde la taquicardia, tras una semana complicada y la teoría extendida de que estos Presupuestos son sólo el punto y seguido a más ajustes. Algunos dirigentes del PP admitieron que se esperaban más, a pesar de ser "muy duros".

Desde el Congreso, Asian destacó que al Ejecutivo "no le vale todo y aunque son unos Presupuestos restrictivos, se incrementa la partida en gasto social, en particular en becas y pensiones". Éste es el mensaje que quiere hacer calar el Gobierno, alejando así los fantasmas que alimentan desde el PSOE. Precisamente, desde los micrófonos de esRadio, Carlos Floriano le afeó al líder de la oposición su postura: "Parece mentira que haya gobernado, han sido ocho años de mal gobierno y ahora esta herencia", declaró el vicesecretario general de Organización. Pero, lejos del rifirrafe político, en los círculos de poder esperan con impaciencia al inicio de semana y cada vez más se ve inevitable tener que tocar en la puerta del Banco Central Europeo. 

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