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Rajoy hará frente común con Monti y Hollande ante Merkel

El Gobierno admite que el momento es "delicado" tras el portazo de los países de la triple A. La reunión trata de mandar un mensaje claro a Berlín.

El Gobierno admite que tiene un problema grave con Alemania y sus dos principales países satélite, Finlandia y Holanda. Las naciones de la triple A rubricaron una misiva hace unos días en la que ponen en duda los acuerdos de la última cumbre comunitaria, incluso en el apartado dedicado a la recapitalización directa de la banca, que teóricamente ya cuenta con el aval de Bruselas. De igual forma, en el documento se difumina el calendario para avanzar en la unión fiscal y bancaria.

Ante este panorama adverso, el gabinete del presidente asegura que el denominado rescate ha quedado en un segundo plano porque "si no se cumplen los compromisos de los Consejos, todo acabará cayéndose". El Ejecutivo le da la máxima prioridad a este asunto y ya ha reactivado su ofensiva diplomática a todos los niveles. Los países integrantes a la cumbre de junio, afirma un asesor, "tienen que hacer honor" a los papeles puestos encima de la mesa: "De lo que estamos hablando es del euro y de su irreversibilidad. Dar pasos atrás en este momento es un error que no nos podemos permitir".

La respuesta al órdago alemán será al más alto nivel. Aunque no estaba previsto, Moncloa confirmó un encuentro de los líderes de España, Francia e Italia en el marco de la cumbre de países mediterráneos europeos y africanos. Será este viernes, en Malta. Los cables de Madrid con Roma y París confirman una enorme preocupación "por la deriva de Berlín", según fuentes consultadas por este diario.

El mensaje que se lanzará será contundente, en palabras de varios asesores españoles. En las últimas horas, Mariano Rajoy ya ha evidenciado su malestar volviendo a elevar la presión hacia Bruselas al instarle a que cumpla con lo dicho: "Es necesario dar un paso hacia delante nítido, claro y contundente. Hoy, en este momento", afirmó. "Tenemos que pasar de los discursos a los hechos y tomar decisiones que hagan que nadie pueda pensar que el euro no es irreversible", añadió.

El Gobierno asegura que las palabras de Rajoy no son porque sí. La alarma viene de que las perspectivas que se posan sobre el próximo Consejo Europeo, que arranca el día 18, podrían desvanecerse, y ese hipotético escenario es dramático para España. El equipo económico del presidente no da margen para las dudas: "El último Consejo ofreció un papel y los mercados reaccionaron de forma positiva. Si no se dan pasos en ese sentido, podemos tener problemas".

La presión ejercida en junio por Rajoy y Monti, con el apoyo de Hollande, sirvió para que Merkel cediera. Pero, admite el Gobierno, las cosas son ahora diferentes: "Merkel está muy presionada en Alemania. Está perdiendo las elecciones locales y sus aliados, los liberales, le piden que no ceda", en voz de un ministro. Los países satélites están en circunstancias similares.

Antes de la cita de Bruselas, Rajoy se verá con la canciller alemán en Bucarest, en el marco de una reunión de la familia política del PP. Allí, le volverá a poner encima el programa de reformas que está ejecutando y le reiterará que bajo ningún concepto se rebasarán las cifras de déficit público, aún más después de atar en corto a las comunidades. De nuevo, negociación a todos los niveles para evitar el golpe. En Moncloa se admite que el momento es "delicado".

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