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El coste de la deuda se dispara por los políticos, no por los especuladores

El Tesoro pagará en 2013 más de 38.000 millones en intereses, aunque el tipo medio de sus emisiones es inferior al de 2007.

España pagará el año que viene más de 38.000 millones de euros en el pago de los intereses de la deuda. Es una cantidad descomunal, que casi iguala el gasto de todos los ministerios del Gobierno central. Mariano Rajoy y Cristóbal Montoro han repetido en los últimos días que el peso de esta losa es lo que hace imposible financiar todas las políticas sociales que se han mantenido en los últimos años. Es un discurso similar al que mantuvo el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, aunque en el caso del socialista se hizo especial énfasis en la presión que los "especuladores" internacionales estaban ejerciendo.

De esta manera, muchos ciudadanos piensan que la causa de los recortes está en los altísimos intereses que paga el Tesoro por la deuda que emite. Y este elevado coste se debe a una prima de riesgo descontrolada, algo que es consecuencia de unos mercados financieros que se han cebado con España.

Sin embargo, la evolución de la deuda pública en los últimos ejercicios desmiente esta creencia. El coste de la deuda está creciendo especialmente porque el montante total se ha disparado, no porque el interés que paga ahora el Tesoro sea especialmente elevado. En estos momentos, el interés medio de la deuda española en circulación es del 4,12%; por comparación, en 2007 era del 4,53%.

Y entonces, ¿a qué se deben esos 38.000 millones? Pues a que el montante total ha pasado en los últimos cinco años de los 382.000 a más de 800.000 millones. Por lo tanto, no han sido los "malvados especuladores", sino los políticos derrochadores los que, con un gasto descontrolado, han generado una montaña de deuda que ahora es muy difícil de eliminar. O dicho de otra manera, pagamos más no porque los intereses sean más altos, sino porque la cantidad total es mucho más elevada.

El doble en cinco años

Lo primero es poner cifras al problema. España pagaba en 2007 casi 16.000 millones de euros en intereses. En 2013, si se cumple lo previsto en los Presupuestos Generales del Estado (PGE), esta cantidad se habrá disparado hasta los 38.589 millones, un 142% más (ver el siguiente cuadro).

Contrariamente a la creencia general, el interés en este lustro ha tenido una tendencia general decreciente, entre otras cosas porque el Banco Central Europeo ha rebajado el precio del dinero de forma constante. Por eso, aunque es cierto que los tipos han remontado algo en los últimos dos años, siguen por debajo de los de 2007, por no hablar de los que había en 1997, cuando comenzó la recuperación de la economía española tras la crisis de comienzos de los años 90. Puede verse esta evolución en el siguiente cuadro, en el que se reflejan el tipo de interés medio que paga el Tesoro y el de las nuevas emisiones.

Hay una cuestión que sí apunta a un empeoramiento de las condiciones crediticias. La vida media de la deuda española ha pasado de 6,84 a 6,26 años. A comienzos de los 90, la deuda en circulación tenía una vida media inferior a tres años. Esto se debía a que los mercados no se fiaban del todo del Estado español y exigían no sólo altos intereses, sino también un pago en un período de tiempo relativamente cercano. Tras la entrada en el euro, la confianza en la solvencia del país mejoró, lo que se notó no sólo en la caída de los tipos sino en la ampliación del plazo de la deuda emitida, que llegó a su máximo en 2007.

La foto de la deuda pública se explica por sí sola. Como puede verse en los dos ultimos gráficos, la espiral creciente de la deuda española en los últimos años es enormemente preocupante. En 2007, el nivel total era de 382.000 millones de euros, el 36,3% del PIB. La previsión oficial es que 2013 cierre por encima del 90% del PIB (unos 940.000 millones) y algunos analistas apuntan a que estaremos cerca de las barreras del billón de euros y el 100% de la riqueza nacional.

Es cierto que la mayor parte de la culpa en esta espectacular subida es del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero; pero también hay que señalar que los PGE para el año que viene no cambian la tendencia. El Estado refinanciará toda la deuda que vence en 2013 y, además, le añadirá al menos unos 40.000 millones más. Por lo tanto, ya sabemos lo que le ocurrirá al Tesoro para 2014. Si los 38.000 millones en intereses de este año le parecen mucho, que espere a ver a cuánto ascienden entonces. Como explica nuestro compañero Juan Ramón Rallo en este artículo, es muy probable que la mejor inversión que pueda hacer ahora mismo España sea, simplemente, dejar de endeudarse.

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