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En un pueblo de valencia

Los muertos también dan testimonio de la crisis del ladrillo

El residuo de los cadáveres en descomposición del cementerio del municipio de Alaquás se filtra por la tapia.

El residuo de los cadáveres en descomposición del cementerio del municipio de Alaquás se filtra por la tapia.

La crisis económica hace estragos en España. El sector privado acusa los ajustes a los que lleva sometido durante años ya. Las administraciones públicas comienzan a notarlo ahora, con especial intensidad algunos ayuntamientos. Es el caso de Alaquás, en la Comunidad Valenciana, un pequeño municipio de unos 30.000 habitantes situado a pocos kilómetros de Valencia, en el que la mala gestión y la escasez de recursos no deja descansar en paz ni a los muertos.

El caso saltaba a los medios de comunicación esta semana: "Denuncian filtraciones tóxicas de los nichos del cementerio", publicaba la edición digital de Las Provincias.

El nuevo cementerio municipal de Alaquás, construido un lustro atrás, presenta deficiencias estructurales que provocan que la humedad y el calor hagan mella en los cuerpos en descomposición, tanto que, en lugar de quedarse estancos en el nicho asignado, los fluidos propios de la descomposición de los cadáveres se filtran al exterior por la tapia. Una visión nada agradable que mana por las paredes exteriores del cementerio quedando al aire y visibles para todo aquel que pase junto a la tapia del camposanto.

El portavoz del grupo municipal popular –en la oposición- en el ayuntamiento de Alaquás –un bastión socialista desde que éstos tomaron el testigo del Partido Comunista años atrás- activaba las alarmas, preocupado por las posibles filtraciones tóxicas que estos restos pudieran producir en una zona rodeada por cultivos y donde el nivel freático está muy alto debido, entre otras cosas, a la proximidad al mar. Así, el concejal popular José Pons pedía unas catas de las zonas afectadas para comprobar que las emanaciones cadavéricas de la tapia del cementerio no contaminaba ningún acuífero subterráneo ni afectaba al desarrollo de las hortalizas y frutas cultivadas en los terrenos colindantes.

(Aspecto que presenta la tapia del cementerio nuevo)

Así lo comentaba precisamente en una entrevista concedida a En casa de Herrero, en esRadio. En declaraciones a Libertad Digital, Pons advirtió que la alcaldesa socialista, Elvira García, quien gobierna gracias a un pacto con el partido Bloq de izquierda nacionalista, mantiene el pueblo "hipotecado". "El PP ganó las elecciones pero nos quedamos a 23 votos de la mayoría absoluta". Sin ir más lejos, "Jorge Alarte fue alcalde de Alaquás durante 10 años", recordaba Pons. También lo fue cuando se construyó el nuevo cementerio, el que presenta deficiencias en la construcción.

Según la normativa autonómica vigente, en el Decreto 39/2005, de 25 de febrero, para la construcción de nichos deben utilizarse "sistemas que garanticen una cierta estanqueidad de su estructura y, al mismo tiempo, permitan la suficiente ventilación por porosidad. El sistema debe evitar la salida al exterior de líquidos y olores y facilitar la destrucción del cuerpo, aislando totalmente este proceso del medio, por razones sanitarias y de higiene. Las filtraciones jamás deben producirse al exterior y la construcción debe estar canalizada para que caigan en fosas sépticas de hormigón armado llenas con sosa caústica."

En cambio, la alcaldesa del municipio, Elvira García, lo único que ha hecho es enviar a dos operarios municipales a que tapen con pintura los "chorretones" de fluidos de cadáveres en descomposición que caen por la tapia.

(Arreglo provisional ordenado por el Ayuntamiento en la tapia del Cementerio)

El pueblo más endeudado 

Alaquás es, según Pons, el pueblo "más endeudado de la provincia de Valencia. Debemos 43 millones de euros. Sólo llegamos a pagar las nóminas y la deuda financiera."

Dicho esto, las filtraciones en los nichos del cementerio no son el único problema que atraviesa la localidad ché. "Hay problemas con la recogida de basuras, las farolas están casi todas apagadas porque no hay dinero para cambiar las bombillas. Los cristales del colegio llevan varios años sin limpiarse. Casi no se ve a los niños". Todo esto se adereza con un plan de pago a proveedores en el que han tenido que pedir 11 millones de euros, el pueblo que más fondos ha solicitado de toda la comarca. "Las cifras son astronómicas".

(Ventana de uno de los colegios municipales de Alaquás)

Pons busca la explicación a esta situación en la gestión que llevó a cabo Jorge Alarte al frente del Ayuntamiento. Alarte fue el portavoz del Partido Socialista Valenciano hasta el 31 de marzo de este mismo año. Actualmente mantiene su acta de diputado en las cortes valencianas. Fue alcalde de Alaquás de 1999 hasta 2009.

Tal y como recuerda el concejal del PP, Jorge Pons, en tiempos de Alarte Alaquás se convirtió en el único pueblo de España que recalificó un polígono industrial en el que trabajaban más de 1.000 personas para reconvertirlo en suelo residencial. Así, las licencias de las empresas que allí estaban establecidas no podían renovarse una vez caducadas. Además, era imposible la instalación de nuevas industrias. Fue en 2008 "y en 2008 ya estaba claro que no hacían falta más viviendas", recuerda Pons.

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