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Los impuestos y la morosidad pública llevan a los autónomos al límite

El presidente de ATA advierte de que si se mantiene esta recesión el Estado "va a tener que acudir a su rescate".

Los autónomos representan un 16,6% del total de la población ocupada. Es decir, de los 17.433.200 trabajadores españoles (a cierre de junio de este año), 2.884.700 son autónomos. Pese a las trabas, su número creció en 46.000 personas entre enero y junio. De esta manera, España cerró el primer semestre del año como el quinto país de Europa que más autónomos crea, eso sí, muy por detrás de Italia (212.600) o Reino Unido (80.600).
 
Este aumento es significativo, aún más si tenemos en cuenta que en el último trimestre de 2011 se habían perdido 107.800 trabajadores por cuenta propia. Parte de este crecimiento se debe a la búsqueda de opciones de muchos trabajadores por cuenta ajena que han acabado en el paro y se han lanzado al autoempleo.
 

Cuotas de afiliación

Los autónomos españoles siempre han denunciado que están en una situación de desventaja con respecto a otros países y al resto de trabajadores del sistema. La principal fuente de quejas viene de las altísimas cuotas de afiliación a la Seguridad Social, que oscila entre el 26,5% si se renuncia a la cobertura por incapacidad temporal y el 29,8% con dicha cobertura. En términos prácticos, esto se traduce en que el autónomo tiene que pagar una cuota fija de entre 225 y 253 euros al mes a partir de unos ingresos mínimos de 850 euros y una base máxima de 3.262,5 euros mensuales. Además, para poder recibir la prestación por desempleo en el caso del cese de su actividad, tienen que incrementar la cuota en un 2,5%.
 
En otros países, la figura del emprendedor, del autónomo o del empresario no sólo se respeta y se valora, sino que se incentiva la creación de autoempleo como motor del crecimiento del país. En Reino Unido, por ejemplo, es mucho más sencillo y menos costoso trabajar por cuenta propia. Hay una cuota mínima de 12 libras (unos 15 euros al mes) para ingresos inferiores a 6.000 euros al año. Con este mínimo coste, se busca incentivar a los emprendedores. No en vano, es lógico que el autónomo, al menos en los primeros años de actividad, no tenga los mismos ingresos que cuando su negocio tiene un cierto rodaje.

En España, el coste y las complicaciones legales son dos causas importantes por las que los trabajadores prefieren trabajar por cuenta ajena -asalariados-. Imaginemos: si un emprendedor está en su primer año de actividad con unos ingresos de 850 euros y elige una cuota que le cubra la incapacidad temporal (29,8%) y añade la protección por desempleo (es decir, incrementa la cuota en un 2,5%), su ingreso final se reduciría a unos 575 euros. Además, a esto hay que unir el pago trimestral de IRPF e IVA del que ya hablaremos más adelante.

Siguiendo con el ejemplo de Reino Unido, la gran mayoría de los autónomos paga una base más alta, 48,6 libras (60 euros mensuales), para evitar una recarga del 8% de todos los ingresos si sobrepasas los 6.000 euros mínimos anuales. Pero incluso con este sobrecoste, sigue siendo mucho más beneficioso que la tasa que hay en España. Además, estos 60 euros al mes que deben pagar los autónomos británicos incluye la pensión básica, baja por maternidad y la invalidez.

Canadá es otro país que puede servir como ejemplo en el cuidado del emprendimiento. Sus autónomos pagan un 9,9% de las ganancias anuales. Y en EEUU los trabajadores que ingresen hasta 110.100 dólares al año pagan un 13,3%. Pero dentro de este concepto, el 10,4% corresponde a la Seguridad Social y el 2,9% restante al seguro médico. Por encima de esos ingresos tributan con un 2,9% adicional.

En Alemania, los autónomos representan un 11,1% del total de la población ocupada, esto es 4.426.200 empleados. Sin embargo, en el país germano, los trabajadores por cuenta propia no están incluidos en el Sistema Público de la Seguridad Social y deben contratar tanto la sanidad como el servicio de pensiones o invalidez de forma privada. Eso sí, tienen unas deducciones del 15% para seguros de salud pública y el 26% para el seguro social.

A vueltas con el IVA

Aunque en teoría el autónomo español no soporta el Impuesto sobre el Valor Añadido sí es cierto que no se ha conseguido implantar la directiva europea relativa al sistema común del IVA en lo que se refiere a las normas de facturación.

De hecho, ésa era una de las propuestas de la campaña del PP, pero también la ha incumplido. Esto provoca que en la práctica sea el autónomo el que soporte el impuesto. En casi todos los países de Europa, el IVA se abona al Estado una vez percibido, pero en España se paga una vez facturado, independientemente de si se cobra o no.

Una morosidad "vergonzosa"

La morosidad de las administraciones públicas, en aumento en los últimos años, ha hecho que muchas pymes y autónomos hayan tenido que cesar su actividad atrapados por las deudas. Por eso, el presidente de la Federación de Autónomos (ATA), Lorenzo Amor, ha calificado recientemente de "vergonzosa" la morosidad de las administraciones públicas tras conocer que el Gobierno de Canarias tarda una media de 184 días para abonar las facturas de sus proveedores, "mientras a un autónomo se le penaliza con un recargo del 20% por retrasarse un solo día".

Según el último barómetro realizado desde el Observatorio del Trabajo Autónomo de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos-ATA, el Plan de Pago a Proveedores ha beneficiado de forma directa o indirecta tan sólo a uno de cada cinco autónomos con deudas pendientes. Al 37,7% le sirvió para no cesar en su actividad. Además, cinco de cada diez autónomos encuestados (55,3%) tarda más de seis meses en cobrar sus facturas y de éstos el 24,1% tiene que esperar más de 361 días.

Crece el pesimismo

El futuro para los autónomos no parece ser mucho mejor. De hecho, según el estudio de ATA, estos trabajadores no ven una mejoría a corto plazo y cada vez se muestran más pesimistas. En lo que va de año, el 77,6% manifiesta que la actividad económica de su negocio ha seguido una tendencia negativa. Por su parte, la caída de las ventas y la pérdida de actividad han repercutido sobre más de seis de cada diez autónomos.

En este sentido, Lorenzo Amor ha advertido que de seguir esta profunda recesión, el Estado "va a tener que acudir al rescate de los autónomos, a los que se está colocando en una situación límite". "Hoy los tres millones de autónomos de este país levantan las persianas de su negocio con la idea de sobrevivir. No vendemos, no producimos, no tenemos crédito, padecemos una insoportable y vergonzosa morosidad. Estamos acosados por unos impuestos diseñados para otra realidad económica, muy diferente de la actual", manifestó.

Añadió, además, que "todo son trabas y así es difícil mantenerse en un momento en el que los autónomos no somos el problema y sí parte de la solución a esta crisis". A su juicio, "las cosas pintan mal porque el pesimismo se ha apoderado de la sociedad y especialmente del tejido empresarial".

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