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Griñán lanza otra "concertación social" sin analizar el fracaso de las anteriores

Desde 1993 la Junta suscribe acuerdos de concertación social con la CEA y los sindicatos UGT y CCOO.

Pese a que el modelo de concertación social implantado en Andalucía no ha dado los frutos apetecidos, el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, ya ha anunciado que la Comunidad contará a principios del próximo año con un nuevo acuerdo, el VIII, que sustituirá al actualmente en vigor que concluye el 31 de diciembre.

Y lo ha hecho en las vísperas de la huelga general que, por primera vez, arrastra a las instituciones andaluzas, gobierno y Parlamento, contradiciendo todas sus afirmaciones anteriores. Pero nunca se hace balance de para qué sirven estos pactos o acuerdos de concertación social entre Junta, empresarios y sindicatos, además de para nutrir abundantemente las arcas de votos y dinero de todos ellos.

Como informa ABC, desde 1993 la Junta de Andalucía ha destinado a los siete acuerdos de concertación social suscritos con los empresarios de la CEA y los sindicatos UGT y CCOO algo más de 128.000 millones de euros, con el doble objetivo de minimizar los conflictos laborales y reactivar la economía con la creación de empleo en la Comunidad autónoma. Dos décadas después, sólo la primera de estas aspiraciones se ha cumplido a duras penas, porque en lo que respecta a la segunda la situación a ido a peor, con el incremento desaforado del número de parados, hasta alcanzar el 35,4 por ciento de la población activa.

Sin hacer balance, Griñán ya ha anunciado el VIII Acuerdo dado que el vigente, el VII, concluye en diciembre de este año. Mientras CCOO de Andalucía hace referencia a una negociación porque las circunstancias han cambiado y es preciso atender a los socialmente excluidos, alrededor de dos millones de personas, UGT hace hincapié en la "preservación de lo público". El presidente de la patronal andaluza, Santiago Herrero abundó en la necesidad de un acuerdo nacional, no sólo andaluz, para salir de la crisis.

Balance del VII Acuerdo

El VII acuerdo, firmado el 24 de noviembre de 2009, tenía dos partes bien diferenciadas. El bloque I se destinaba a medidas de reactivación económica, de apoyo a las empresas y al empleo. El segundo, contemplaba medidas de transformación de la economía andaluza, incluso su cambio estructural, muy especialmente centrado en la educación. Concretamente, en este último punto se decía textualmente: "Pero, sin duda, el aspecto más novedoso del presente eje, y del VII Acuerdo en su conjunto, es la inclusión de una línea dedicada a la educación a lo largo de la vida (...) Asimismo, en este eje se pone especial énfasis en la contribución de la educación a la cohesión social, adoptando medidas dirigidas, por ejemplo, a la lucha contra el fracaso escolar o a la provisión de plazas en educación infantil."

En este último punto, puede contrastarse la situación de la educación andaluza como la peor educación de toda España. Según el reciente informe del BBVA, "Andalucía se sitúa por debajo de la media nacional en términos de la gran mayoría de los indicadores brutos de desempeño educativo."

Por ejemplo, Andalucía va con curso y medio de retraso por detrás de Madrid, Castilla y León, Madrid, La Rioja, Asturias y Navarra el desarrollo educativo mientras Ceuta, Melilla, Canarias, Baleares y Andalucía tienen la peor puntuación. Es el resultado del estudio que sobre el Informe Pisa 2009 ha realizado en julio de 2012 la Fundación BBVA y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE).

Economía en 2009 y en 2012

Pues bien, la situación de la economía andaluza en 2009, según el ICO, bebía el agua del crecimiento y fue la tercera región más dinámica entre 1996 y 2007, por detrás de la Región de Murcia y la Comunidad de Madrid. Su estructura productiva concedía mayor peso del sector primario y de los servicios de no mercado que en el total nacional. Tenía una tasa de paro notablemente superior a la media nacional a pesar del elevado incremento del número de ocupados en la región desde 1995. Tenía una inflación menor que la media nacional desde 1997, su economía tenía escaso grado de internacionalización, aunque aumentaba el número de empresas localizadas en Andalucía a un ritmo mayor que la media española aunque la densidad empresarial seguía siendo inferior a la media. El esfuerzo en innovación, inferior a le media española, seguía adelante, se convergía a mejor ritmo con las medias europeas y el nivel de endeudamiento de la Comunidad andaluza era inferior a la media de las demás Comunidades Autónomas.

En 2012, la economía andaluza ha saltado por los aires. El ultimo informe de Analistas Económicos de Andalucía, vinculados a Unicaja, destacaba que el PIB andaluz, uno de los más bajos de España por habitante, va a seguir cayendo en mayor medida y ritmo que el resto de España. Nada menos que dos puntos, un 1,9% caerá el PIB andaluz en 2012, dos décimas más que en el resto de España. Para 2013, se espera un decrecimiento del PIB del 1,6% que, probablemente, será asimismo mayor que la media española (1,5%).

Todos los sectores de la producción se han visto afectados por esta crisis que no parece tener fondo en Andalucía. En 2012, todos los sectores productivos registrarán una reducción de su producción. En la construcción la bajada será nada menos que del 7,9 por ciento aunque algunos indicadores parece anunciar una recuperación que es dudosa por el impacto del nuevo IVA. En agricultura, el decrecimiento será del 2,7% y en la industria, del 2,6%.

En el sector de los servicios, que representan en torno a dos tercios del PIB andaluz, el descenso será más moderado, del 0,7%. Para 2013, es previsible que también se produzca una caída de la producción en todos ellos más moderada (0,3%) en servicios.

La actividad turística, importante en el sector servicios, experimentará un crecimiento del 0,3%, en 2012, mucho menos que el 1,8% que lo hizo en 2011 "cuando Andalucía se vio favorecida por la inestabilidad política y social en el norte de África", según Efe, tras la llegada de la llamada Primavera Árabe.

A final de 2012, el consumo privado experimentará en la región un retroceso del 1,9%, que será más acusado para la inversión (7,9%) y el gasto en consumo de las administraciones públicas (5,5%). Las provincias de Jaén y Huelva son las que podrían registrar un mayor descenso de la actividad económica, de un 3,1 y 2,9%, respectivamente, mientras que Málaga experimentaría un descenso menor (1,0%), por la demanda del sector turístico.

El precedente del VI acuerdo

Tras la firma del VI Acuerdo en 2005, el paro se duplicó hasta 2009 pasando de 481.000 parados a más de 944.000. Cuando terminó el acuerdo a principios de 2009, Andalucía seguía siendo la comunidad autónoma española más alejada de los índices de convergencia europeos. Andalucía, en OIB por habitante, con un índice del 75,50% respecto a una media española de 100%, seguía en penúltimo lugar sólo por delante de Extremadura, con el 71,54%. Es la misma posición que tenía en el año 2000. En estos ocho años Andalucía había avanzado 2,4 puntos hacia la media española, mientras que Extremadura había corrido más, adelantando 6,2 puntos

Cuando terminó el VI Acuerdo, la ocupación andaluza en 2009 había descendido a los niveles de principios de 2005 y la exclusión social era padecida por 400.000 personas en Andalucía. Siete capitales andaluces estaban situadas entre las diez últimas de las 50 capitales de España en concepto de Índice de Desarrollo Humano. Andalucía era tercera por la cola en ingresos familiares. 2,5 millones de andaluces vivían con menos del salario mínimo y según los datos de la Agencia Tributaria en su estudio Mercado de trabajo y pensiones en 2006, Andalucía era la tercera Comunidad de España en porcentaje de trabajadores mileuristas -mil euros al mes como máximo-.

En otro orden de cosas, Andalucía era la séptima comunidad de España en gasto de I+D, pero su gasto es 10 veces inferior al de la Comunidad de Madrid, 8 veces inferior al de Cataluña y cinco veces inferior al del País vasco. Incluso está por debajo de Galicia, Valencia y Castilla León. El personal en I+D era seis veces más bajo que el existente en Madrid y Cataluña y tres veces inferior al del País vasco.

Las mujeres asalariadas andaluzas cobraban 2.100 euros menos que la trabajadora media española, 5.000 euros menos que una asalariada media madrileña y 3.000 menos que una trabajadora catalana. Las asalariadas andaluzas cobraban un 27 por ciento menos que los hombres mientras que incluso en Extremadura la diferencia bajaba hasta los 18 puntos porcentuales.

Y en educación, salsa de todos los Acuerdos, Andalucía tenía ya en 2009 la peor educación de España y la Junta es la que menos ha invertido por alumno en los últimos años de todas las CCAA. El fracaso escolar era ya galopante un 34% que había aumentado en los últimos seis años. Más del 32% de los alumnos de 3º de ESO pasaba de curso con 2 o más asignaturas suspensas por referir sólo algunos datos.

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