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España ignora la huelga sindical de Toxo y Méndez

El consumo eléctrico tan solo ha descendido un 12,1% frente al 21,2% del 29-M. El Gobierno subraya la normalidad.

A lo largo de la jornada de huelga, como ya es tradición, se produjeron estimaciones de seguimiento de lo más diversas, al tiempo que divergentes. En la mañana del miércoles los sindicatos se apresuraron a proclamar el éxito rotundo de la convocatoria, con un seguimiento próximo al 80%; lo cual contrasta con el escaso 12% estimado por la patronal CEOE. Sin embargo, a las 12 del mediodía ya se pudo oficializar el rotundo fracaso de la huelga general del 14-N en su intento por paralizar el país.

Y es que, el único dato fiable y, por tanto, válido a la hora de valorar la incidencia de este tipo de convocatorias no es, en ningún caso, el número de trabajadores que la secunda (dato imposible de cuantificar de forma precisa) sino la evolución real del consumo eléctrico respecto a la previsión oficial de demanda por parte de Red Eléctrica Española (REE) para un día normal (en ausencia de huelga).

Este método, elaborado en detalle por el grupo de análisis socioeconómico Politikon, es el más fiable para calcular dicho seguimiento por varios motivos: sólo emplea datos oficiales de Red Eléctrica, con cifras homogéneas, objetivas e independientes de factores exógenos como el clima o la estacionalidad. A continuación, se exponen los resultados cosechados hasta las 12 horas del mediodía y su comparación con las huelgas generales previas para, posteriormente, explicar la relevancia de este cálculo, exento de las tradicionales valoraciones subjetivas de unos y otros agentes interesados (patronal, sindicatos y Gobierno).

El menor seguimiento de la historia

La huelga del 14-M comenzó de forma oficial a las 00:00 horas de la pasada noche. A la 1 de la mañana la demanda eléctrica registraba una caída del 6% respecto a la prevista por REE, inferior pues a la registrada en la pasada convocatoria sindical del 29 de marzo (9%) y similar a la del 29 de septiembre de 2010 (6%). Pero estos datos eran aún muy prematuros.

A las 8 de la mañana, la demanda era ya un 10% inferior a la prevista, por debajo de la caída registrada el 29-M de 2012 (14%) y cercana a la del 29-S de 2010 (11%). Todo ello contrasta con el desplome del consumo eléctrico en las huelgas generales de años previos (1988, 1994 ó 2002), en donde se experimentaron caídas superiores al 20% a esas mismas horas.

Pero el dato clave, el más importante, llegó al mediodía (12 horas de la mañana). Según los datos oficiales de REE, el consumo bajó un 11% frente a la estimación prevista para un día normal. Nuevamente, por debajo de la caída experimentada el pasado 29-M (15,2%) y el 29-S de 2010 (13,5%), tal y como se observa en los siguientes gráficos.

Las 12 horas determinan un punto de inflexión para estimar el éxito o fracaso de la convocatoria sindical ya que, a la vista de todas las jornadas de huelga previas, a partir de este momento se producen pocos cambios, es decir, la caída media en el consumo eléctrico varía muy poco en el resto del día -el pico de seguimiento ya se ha producido y, por tanto, los datos no varían demasiado-.

De hecho, a las 14 horas, la caída se mantenía estable en el 11%, inferior al 29-M (15,2%) y al 29-S de 2010 (13,5%). Asimismo, a las 17 horas de la tarde, el descenso del consumo real de electricidad respecto a la prevista seguía siendo del 11,4% frente a la huelga de marzo (15,3%) y la de 2010 (14,3%), diferencia que se mantuvo casi intacta hasta las 20 horas.

Por último, al cierre de la jornada -con datos de las 23:30 horas-, se confirma que la caída de la demanda se sitúa en el 11% respecto a las prevista por REE, claramente inferior a las huelgas generales de años previos.

La clave del modelo

La fiabilidad de este modelo a diferencia de otros es que, tal y como muestran los autores de este análisis, se trata, simplemente, de pura econometría. La clave radica en comparar el consumo real de electricidad con respecto a la previsión oficial de demanda de REE. ¿Por qué? Porque la estimación de demanda eléctrica que elabora REE ya corrige los sesgos externos que afectan al consumo, como la cercanía de días festivos, la estacionalidad, o la climatología y, por tanto, permite realizar comparaciones homogéneas con un alto grado de fiabilidad estadística.

La precisión del modelo es asombrosa: REE reporta un error del 2% a lo largo del año. Dado que la electricidad, básicamente, no puede almacenarse, una previsión de la demanda es necesaria para que se produzca la energía precisa sin que se produzcan cortes del suministro ni incurrir en un conste excesivo.

El siguiente gráfico recoge la previsión del modelo de REE frente a la demanda real.

Los datos oficiales de REE este 14-N confirman, pues, que la caída del consumo respecto a la prevista un día normal es apenas de 11%, inferior a la registrada en todas las huelgas previas. ¿Conclusión? CCO y UGT y, por tanto, sus líderes sindicales, acaban de cosechar el mayor fracaso en la historia de las huelgas generales en España, tras obtener el menor seguimiento.

El fiasco ha sido tan rotundo que en la tarde del miércoles, a diferencia de lo anunciado por la mañana, los propios sindicatos admitieron que el seguimiento del 14-N fue un 12,2% inferior a la registrada el pasado 29 de marzo.

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