Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez ya tienen sus deseos listos para el próximo año. Y como miles de españoles en estos días, los secretarios generales de UGT y CCOO también han escrito una carta con sus peticiones para un 2013 que se antoja muy complicado en el terreno económico. Eso sí, el mensaje de los sindicalistas no va dirigido a Melchor, Gaspar o Baltasar, sino a Mariano Rajoy.
El presidente del Gobierno ya tenía desde el viernes un adelanto de las peticiones de las dos grandes centrales. Ese día, CCOO y UGT presentaron un documento al que llamaron Propuestas sindicales para promover el crecimiento, el empleo y la cohesión social, ante la crisis de la economía española. En el mismo, incluían un catálogo de alternativas que contraponer a las que ha puesto en marcha el Gobierno en este año. En realidad, eran las recetas habituales de los sindicatos: más impuestos a las empresas y a los ricos, más gasto público y mínimas (por decir algo) reformas en los servicios públicos o en la estructura del Estado.
Ahora, Rajoy también tiene su carta, una misiva en la que le piden que reparta los costes de forma "más equitativa" y dando prioridad al empleo sobre el déficit. ¿Esto qué significa? Pues en el lenguaje sindical es sinónimo de más impuestos para las empresas y para las grandes fortunas (aunque luego habría que ver qué significa esto). Y también más gasto público. Además de a Rajoy, la carta ha sido dirigida al líder de la patronal, Juan Rosell, y a los grupos parlamentarios, con el fin de dar pie a un proceso de diálogo ante la "gravedad" de la situación actual.
Por otro lado, hay que destacar que éste no ha sido el único texto que han hecho público este miércoles las centrales sindicales. Toxo y Méndez firman una extensa tribuna en las páginas de opinión de El País sobre el sistema público de pensiones. A pesar de que hace ya un tiempo que las cotizaciones no son suficientes como para pagar las prestaciones de jubilación y de que muchos expertos apuestan por que el sistema entrará en quiebra antes de mitad de siglo, incluso aunque se aprueben medidas de corrección, los sindicalistas piden que no se tomen "decisiones estructurales por razones coyunturales". Es decir, que no se toque un modelo que parece claro que no garantiza las pensiones de los actuales trabajadores españoles.
Por último, en un documento adjunto a la carta enviada a Moncloa, CCOO y UGT defienden que el Pacto de Estabilidad y Crecimiento Europeo permita combinar la estabilidad financiera con un mayor potencial de crecimiento y, en el caso español, avanzar hacia un modelo productivo más sostenible.
Impuestos, gasto y pensiones
De esta manera, en lo que hace referencia a los impuestos, Toxo y Méndez abogan por "mejorar" la normativa tributaria española para conseguir un sistema fiscal "más potente y más justo". Es un eufemismo que se traduce en subir los tributos que pagan las empresas, los propietarios y los inversores. En este sentido, UGT y CCOO piden implantar una tasa sobre las grandes fortunas (sin especificar de qué nivel están hablando), eliminar las deducciones del Impuesto de Sociedades y aumentar las retenciones en el régimen de las Sicav o aprobar la estimación directa obligatoria en el IRPF para las rentas profesionales y empresariales.
En cuanto al gasto público, UGT y CCOO aseguran en su carta que las políticas que se han impuesto hasta el momento se centran "exclusivamente" en el ajuste. En su opinión, no sólo no han producido los resultados con los que se justificaban, sino que las previsiones para 2013 son de mayor caída de la actividad económica. "En estas condiciones y ante la ausencia de la mínima predisposición al diálogo y la concertación social nos hemos visto obligados a promover y apoyar las movilizaciones sociales que están enfrentando las políticas imperantes", recalcan. Vamos, que seguirán manifestándose a no ser que el Gobierno paralice las reformas en marcha o apruebe nuevos aumentos de gasto público.
Por último, en lo que hace referencia a las pensiones y a esa tribuna publicada por El País, los secretarios generales piden que no se toquen los fundamentos del sistema. En este sentido, apuntan a que no deben tomarse medidas de forma apresurada puesto que en su opinión el déficit de la Seguridad Social (que este año llegará a suponer hasta un punto del PIB) es consecuencia de una caida "coyuntural" del empleo y no de una quiebra "estructural" del sistema. De hecho, su propuesta es mantener (o modificar sólo algunos detalles) el modelo, incluidos aspectos como al jubilación anticipada o la revalorización automáticas de las prestaciones. Y en la parte de los cambios, de nuevo vuelven la vista a los impuestos y los empresarios, puesto que apuntan a que "hay margen de subida" en las cuotas sociales y también indican que "pueden estar complementados con otras fórmulas de ingresos" (es decir, más impuestos).