La huelga salvaje de Metro de Madrid no da tregua. Los sindicatos del suburbano aprobaron la semana pasada una convocatoria de paros parciales indefinidos a partir del próximo 17 de enero. Los detalles sobre días, horarios o los servicios mínimos están todavía por determinar. "Los criterios sobre como se realizarán los servicios se conocerán el 16 de enero", ha asegurado el portavoz de UGT, Teodoro Piñuelas, en declaraciones a Libre Mercado.
Según los sindicatos, esta convocatoria ha sido aprobada por la "amplia mayoría" de los trabajadores de Metro y tendrá que ser ratificada el día 16 de enero en una nueva asamblea. Los representantes de los trabajadores siguen responsabilizando a la Comunidad de Madrid del colapso que se produce en la capital cada día de huelga.
"La convocatoria de estos paros no depende solo de nosotros", explica Piñuelas."Si la otra parte se sienta con nosotros y negocia, le podríamos buscar una salida a esta situación porque hasta ahora, el presidente, Ignacio González, no nos ha recibido", dice.
Preguntado sobre si se tendrán en cuenta las huelgas que tienen previsto realizar los empleados de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) los días 17 y 23 de enero para fijar su calendario de paros, el representante del sindicato asegura que "la huelga de la EMT no será tenida en cuenta en la fijación de las jornadas porque no es un factor determinante para nosotros."
La Cabalgata coincide con la huelga
Los trabajadores de Metro de Madrid convocaron, los pasados días 4 y 5 de enero, dos jornadas de huelga de 24 horas coincidiendo con la Cabalgata de Reyes del centro de la capital, un acontecimiento en el que se incrementa especialmente la afluencia de usuarios del transporte público.
La Consejería de Transportes de la Comunidad de Madrid estableció en un 90% el servicio total que deben prestar los trabajadores el día del evento. Los sindicatos no solo no dieron garantías sobre su cumplimiento sino que el portavoz de CCOO, Ignacio Arribas, consideró "abusivos" estos mínimos. Finalmente, Metro de Madrid acordó fijar unos servicios mínimos del 32% entre las 6:00 y las 17:00 horas y del 80% de ahí a las 22:00.
Así, niños y mayores no tuvieron excesivos problemas para acceder a las zonas próximas al recorrido. Los propios sindicatos informaron que en las horas puntas de la tarde los trenes que circularon por las líneas cercanas al evento se incrementaron hasta en un 125%, aunque reconocieron que en la periferia sólo habían salido de las cabeceras el 25% de los convoyes.