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El último refugio: sólo once países mantienen la Triple A

Tras la rebaja de Moody’s a los bonos británicos, poco más de una decena de países conservan esta calificación crediticia.

Tras la rebaja de Moody’s a los bonos británicos, poco más de una decena de países conservan esta calificación crediticia.

Australia, Canadá, Dinamarca, Finlandia, Alemania, Luxemburgo, Holanda, Noruega, Singapur, Suecia y Suiza. Estos once países son, desde el pasado fin de semana, el último refugio de los inversores más conservadores. Tras la decisión de Moody’s de este sábado, de rebajar la nota de la deuda del Reino Unido (pasó de AAA a Aa1), sólo los bonos soberanos emitidos por alguno de dichos estados mantienen la máxima calificación crediticia en las tres grandes agencias de calificación.

En los últimos años, han sido relativamente habituales las noticias sobre la rebaja en las notas de diferentes países. El despilfarro de muchos gobiernos y la caída de ingresos provocada por la crisis han descuadrado las cuentas de estados habitualmente solventes. Ya no es fácil fiarse de nadie. Mientras que hace una década más de veinte países diferentes podían presumir de ser completamente solventes (al menos según el criterio de Fitch, Moody’s y Standard & Poor’s), a día de hoy sólo los once referidos más arriba han logrado convencer a las tres compañías de la seguridad plena que tiene invertir en sus activos.

Esto tiene consecuencias directas para el coste de financiación de los estados: no sólo porque la rebaja en las notas hará que algunos potenciales compradores pierdan la confianza en ellos, sino porque determinados inversores tienen registrados en sus estatutos la obligación de comprar sólo activos Triple A. Esto último que puede provocar que tanto las próximas colocaciones de deuda sean más complicadas para el Reino Unido como que se produzca una pequeña estampida de ventas en los próximos días, mientras se deshacen posiciones en bonos británicos.

Evidentemente, este proceso de continuas rebajas no ha sido tranquilo. Desde que las agencias comenzaron a degradar la nota de los bonos de los países occidentales, éstos se han revuelto y han amenazado con castigar a los que se atrevían a tal desafío. De esta manera, mientras que al comienzo de la crisis se acusó a las tres grandes de mantener notas demasiado altas (incluso para empresas que acabaron en la quiebra), ahora se les recrimina que sean demasiado estrictas con la deuda soberana. Por eso, varios gobiernos han atacado a estas tres agencias (alguno incluso les ha llamado "terroristas") y han propuesto endurecer los controles sobre las mismas.

De EEUU a España

Más allá de toda esta polémica, lo cierto es que en los últimos dos años las tres calificadoras han tomado decisiones históricas. Por ejemplo, la rebaja del Reino Unido decidida la semana pasada por Moody’s supuso la pérdida de la máxima calificación crediticia para este país por primera vez desde 1978. Y si esta medida habrá conmocionado a muchos en la City, no fue menos impactante la tomada en el verano de 2011, cuando S&P castigó la deuda de EEUU por primera vez en su historia.

Francia, a pesar de la pataleta de sus políticos, ha sufrido la misma suerte en los últimos meses. Y todo esto por no hablar de España, que ha pasado de Triple A a BBB (a un paso del bono basura) en menos de tres años.

Por otro lado, la lista de los países Triple A ofrece algunas pistas sobre las políticas públicas que están funcionando desde el inicio de la crisis. A pesar de la retórica habitual en muchos políticos, que separan "austeridad" y "crecimiento" como si fueran dos conceptos contrapuestos, lo cierto es que los países más "austeros" (es decir, los que mantienen la Triple A gracias a su buen manejo de las finanzas públicas) también son los que están pasando la crisis con mejor desempeño.

De esta manera, dentro de la UE, Dinamarca, Alemania, Finlandia, Holanda o Suecia son, entre los estados ricos, los que han tenido una menor caída del PIB, los que antes han recuperado la senda del crecimiento económico.

Por otro lado, habría que destacar que Alemania, Finlandia, Luxemburgo u Holanda, aunque mantienen la Triple A en las tres agencias, están en perspectiva "negativa" en alguna de ellas. Esto quiere decir que podrían perder su estatus en los próximos informes. Esto es significativo porque, mientras tanto, Dinamarca o Suecia conservan la nota con perspectiva "estable"; y hay que recordar que estos dos países no entraron en la Eurozona y decidieron mantener sus divisas. Unirse al club de la moneda única, con lo que tiene de respaldo del resto de los socios, está empezando a ser castigado por los expertos.

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