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El "protocolo" de los 'afectados por la hipoteca' para acosar a los diputados

La PAH quiere que sientan la "incomodidad en sus actos cotidianos", como cuando van al trabajo, al cine o a comprar el pan.

La PAH quiere que sientan la "incomodidad en sus actos cotidianos", como cuando van al trabajo, al cine o a comprar el pan.
La líder de la PAH, Ada Colau | Archivo

La Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) acusa a los diputados de "ser cómplices de la dictadura financiera (...) y anteponer sus intereses económicos a los de la ciudadanía" y, por ello, someterán a los políticos al "escrache", un concepto acuñado en Argentina para nombrar las prácticas de los activistas que acechan las residencias o centros de trabajo de personas conocidas para intentar amplificar con ello sus demandas.

El protocolo a seguir, que se puede encontrar en la web de la Plataforma, consiste en concentrarse frente a la "vivienda del diputado/a con cacerolas, pitos, equipos de música, etc... para que esta persona no viva ajena a las dramáticas consecuencias que su comportamiento está ocasionando a miles de personas y sienta la incomodidad en sus actos cotidianos –comprar el pan, ir al trabajo, al cine, etc...- ya que todo el vecindario estará informado por carteles y las diferentes manifestaciones en la puerta de su casa".

Además, la PAH dispondrá de "responsables para mediar con la Policía" y de "portavoces para dirigirse a los medios de comunicación". Estas personas "marcarán las pautas de la acción", que siempre será pacífica ya que, según cuentan, rechazan "cualquier agresión, verbal o física".

"Escraches" solo para el PP

Según informa ABC, el miércoles los blancos de los escraches fueron las respectivas viviendas familiares del ministro Alberto Ruiz-Gallardón en Madrid, -frente a la que se montó una concentración-, y de los parlamentarios Belén Juste y Esteban González Pons en Valencia. Su puerta, ha dicho el diputado, fue "aporreada con insultos" cuando dentro sólo había niños".

Según relató González Pons en esRadio, "llegaron a la puerta de mi casa e intimidaron a los que estaban dentro" entre ellos un menor -en relación a su hijo-. Intentaron coaccionarlo". Antes, cortaron la calle y empapelaron de pasquines con su cara los comercios aledaños. "No me van a asustar, no tengo miedo, la coacción y la violencia no deben de existir en España", continuó.

Para frenar este acoso, el vicesecretario de Estudios y Programas de los populares interpuso una denuncia en la comisaría del Congreso. Pero, como si se tratara del mundo al revés, la plataforma de afectados por las hipotecas (PAH) de Valencia anunció una querella contra él "por calumnias", según informó Ignacio Blanco, portavoz de IU en las Cortes regionales.

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