Menú
¿Cómo reducir riesgos potenciales?

Tarjetas de crédito: buen y mal uso

Su uso se ha incrementado en los últimos años y han pasado a ser un objeto utilizado de manera cotidiana.

Su uso se ha incrementado en los últimos años y han pasado a ser un objeto utilizado de manera cotidiana.

A comienzos del siglo XX aparecían en Estados Unidos las primeras tarjetas de crédito, instrumentos de pago cuyo uso, con el tiempo, se ha extendido a la vida cotidiana.

Si bien las tarjetas de crédito destacan por la comodidad a la hora de adquirir productos (no es preciso llevar dinero en efectivo), también es cierto que su uso se ha ido "malversando" a través de prácticas que perjudican al usuario. Estos comportamientos pueden provocar que cualquiera de nosotros, si no tenemos un poco de cuidado, podamos ser víctimas de estafas.

¿Cómo evitar hacer mal uso de las tarjetas de crédito y así reducir los potenciales riesgos? Para asegurarnos de realizar un buen uso de la tarjeta de crédito, bastaría con empezar a aplicar el sentido común y seguir a rajatabla las siguientes recomendaciones:

  • Nunca hay que darle el PIN de nuestra tarjeta de crédito a nadie, ni siquiera a empleados de nuestra entidad bancaria.

  • Si usas el comercio electrónico, recuerda que ninguna página web (legal) te va a pedir el número PIN, sino el código de seguridad o CVC. Desconfía de aquellos sitios que te solicitan el PIN.

  • Controla tus gastos, ya que la comodidad de la tarjeta de crédito nos lleva, en más de una ocasión, a gastar más de lo que teníamos pensado. Para no caer en la tentación, modifica los límites diarios de tu tarjeta de crédito.

  • No compres más de lo que vayas a poder pagar, en caso contrario, puede afectarte en el futuro si solicitas alguna concesión económica o préstamo.

  • No tengas más tarjetas de crédito de las que necesites: las entidades bancarias ofrecen continuamente tarjetas de crédito a sus clientes, apelando a sus beneficios. No obstante, antes de aceptarlas, recuerda que conllevan gastos añadidos, así que asegúrate que sólo tienes las que necesitas o las que más ahorro/ventajas te ofrezca.

Así como hay prácticas que nunca debemos hacer, hay otras que debemos aplicarnos siempre, y son las siguientes:

  • Paga puntualmente la cuota de tu tarjeta de crédito. Una buena opción es diferir tus compras a una cuota, así evitas los intereses y percibes la devolución de un porcentaje del IVA.

  • Solicita periódicamente los extractos de tu tarjeta de crédito, de esta manera, te será más sencillo controlar tus gastos y detectar posibles fraudes.

  • Lee la letra pequeña de las condiciones de tu tarjeta, es donde se marcan las comisiones de mantenimiento de la tarjeta de crédito.

Ante todo, es conveniente recordar que la tarjeta de crédito es un instrumento de pago que nos aporta comodidad en nuestra vida diaria pero como tal, el buen o mal uso que hagamos de él dependerá de nuestro comportamiento. Es por ello que la mejor recomendación que podemos dar es que hagamos uso del sentido común y la prudencia a la hora de utilizar la tarjeta de crédito.

Haga click en la tabla para analizar las tarjetas de crédito del mercado

En Libre Mercado

    0
    comentarios