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Rajoy y Hollande se alían contra las tesis del Eurogrupo sobre las quitas

España pedirá en Bruselas que en junio esté listo el sistema de recapitalización de la banca y en diciembre el de garantía de depósitos.

España y Francia escenificaron una alianza sólida, con una comunicación fluida entre sus máximos líderes. Más aún, Mariano Rajoy -que visitó por tercera vez París- y François Hollande se congratularon de su gran sintonía personal para, a renglón seguido, dejar bien clara -sin matiz alguno- su postura ante la crisis de Chipre: la garantía de los depósitos "tiene que ser un principio irrevocable" en la Unión Europea, coincidieron.

Ambos mandatarios utilizaron una rueda de prensa en el Elíseo, cerrada en el último momento -el viernes pasado todavía estaba en el aire- y previa al partido de fútbol entre sus selecciones, para amonestar al presidente del Eurogrupo, el holandés Jeroen Dijsselbloem, e insistir en que la situación del pequeño país es "única, extraordinaria y excepcional". Esto es, no es extrapolable al resto de naciones con problemas económicos.

El presidente Rajoy fue especialmente duro con el responsable de Eurogrupo, del área de influencia de Angela Merkel, tras una nueva jornada de tensión en los mercados. Le reclamó, sin citarle expresamente, "declaraciones prudentes", actuar bajo la máxima de la "mesura" y "ajustarse a los acuerdos tomados por las distintas instituciones europeas". Un rapapolvo en toda regla que deja entrever el enfado mayúsculo del gabinete, transmitido en privado por los cauces habituales.

Dado el toque de atención, Rajoy -siempre en coincidencia con Hollande- entró en el fondo de la cuestión: "Si la unión bancaria fuera ya un hecho, una realidad, no tendríamos que pasar por este problema", dijo en relación a Chipre. Pero, por suerte, "el Consejo Europeo de junio fue muy importante y se fijó un camino".

Ahora bien, lo que temen tanto España como Francia es que ese calendario escrito en el papel no se lleve a la práctica. Y de ahí que, públicamente, redoblaran su ofensiva. "Unión bancaria, fiscal y económica", resumieron ambos líderes. Rajoy fue más allá, y anunció: "España defenderá en junio que se apruebe el sistema para la recapitalización bancaria" y, en diciembre, un mecanismo único de "garantía de depósitos".

"El Gobierno va a seguir apostando por una integración aún mayor", incidió el presidente español. Hollande, por su parte, reclamó una Europa "con reglas, principios y con un calendario", a la par que no se olvidó de las denominadas "políticas de crecimiento" que siguen sin materializarse, al menos según se constató en el último Consejo celebrado hace pocos días en Bruselas.

En todo caso, la fotografía del Elíseo fue la constatación de un matrimonio bien avenido en contra de la austeridad impuesta por Alemania. También la constatación de la división en el seno de la UE en el caso de Chipre, con el eje franco-español protestando formalmente ante las palabras de Dijsselbloem.

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