Menú

Diez consejos básicos para invertir en China

Muchas empresas españolas fracasan en China al pasar por alto factores de tipo económico, legal o cultural.

Con más de 1.300 millones de habitantes y un crecimiento medio que supera el 8% anual, el mercado chino ofrece un amplio abanico de posibilidades a las empresas españolas. Ahora bien, antes de embarcarse en una aventura empresarial por el coloso asiático es necesario tener en cuenta algunas de sus particularidades si se quiere triunfar.

Y es que no sería la primera vez que una empresa española fracasa en su intento de abrir mercado en China al pasar por alto factores de tipo económico, legal o cultural. La Jornada de Comercio Internacional El reto de comprar y vender en China hoy, organizada por el Instituto Internacional del Conocimiento Empresarial (IICE) en colaboración con la escuela de negocios ESCP Europe, aporta algunas claves prácticas para afrontar este desafío.

De esta forma, los expertos destacaron la buena apreciación que existe actualmente en China hacia los productos españoles, un aspecto que, ligado al buen saber hacer de nuestros empresarios, ha impulsado con fuerza la relación comercial entre ambos países, con un crecimiento anual de las exportaciones superior al 11%.

Sin embargo, para mantener este saludable ritmo de intercambio económico con la que ya es la segunda economía del mundo por volumen de PIB, los expertos recuerdan que la cautela es importante dado que en China todavía existe un fuerte control por parte del aparato gubernamental. A continuación, se ofrecen diez aspectos a tener en cuenta para establecerse en el gigante asiático.

  • Paciencia: antes de cerrar un acuerdo es normal esperar un mínimo de tres o cuatro meses, tiempo en el que el empresario español deberá ganarse la confianza del socio local.
  • Sin malentendidos: es aconsejable contratar a un intérprete chino que no solo conozca el idioma local, sino también las costumbres, pues con el inglés en ocasiones se pierden matices que pueden truncar un acuerdo.
  • Un continente sin barreras: hace ya tiempo que China eliminó las fronteras comerciales interiores para impulsar la economía, algo que también juega a favor de los empresarios extranjeros.
  • Visado para emprender: hay tres tipos de visados: turístico, de negocios y de trabajo. En el caso de un empresario que va a trabajar una temporada en China, lo recomendable es solicitar un visado multientrada para tres meses y, una vez pasado este plazo, podrá cambiarlo por un visado de trabajo.
  • Un socio local: se aconseja aliarse con un socio local. Este requisito no es imprescindible para todos los sectores, pero en el caso de empresas turísticas, ir en solitario es inviable.
  • Productos estrella y tabú: hay productos españoles que tiran mucho en China, como son los materiales de construcción, diseños de arquitectura, las tecnologías de la información, comunicación, textil o alimentación. El aceite de oliva y el jamón serrano son dos productos estrella, pero el resto de embutidos están vetados por Pekín. Para saber qué productos son comercializables, la UE pone a disposición una guía muy práctica sobre todo lo que hay saber a la hora de exportar a China.
  • Un país conectado en red: el Gobierno tiene bloqueadas las redes occidentales Facebook y Twitter, cuyo hueco lo ocupan Renren y Sina Weibo. La red profesional Linkedin funciona sin problemas aunque tiene un fuerte rival local llamado Tianji.
  • Más dinero para gastar: aunque China todavía es un país en vías de desarrollo con una renta per cápita de solo 3.400 euros anuales, el poder adquisitivo de sus ciudadanos se ha multiplicado por 92 desde la década de los setenta y la pobreza ha pasado del 98% al 37%. Esto ha provocado que la clase media china ya sea la más numerosa del mundo, incentivando el consumo de productos de gama media-alta, entre los que destaca la moda y la alimentación españolas.
  • Pagos y financiación sin riesgos: se recomienda realizar los pagos siempre con garantía bancaria, buscando la mejor financiación después de haber analizado con detalle diferentes variables como el riesgo del país, los costes, nuestra experiencia y la de otras compañías del sector.
  • Grandes desafíos del futuro: China no es un mercado fácil, no solo por su propia idiosincrasia, sino también por los retos a los que todavía tiene que enfrentarse. Hay que tener en cuenta el impulso de su consumo interno, la creación de una Seguridad Social eficaz, la reforma sanitaria, el acceso de los desempleados del campo a trabajos en las ciudades, el envejecimiento de la población o la conflictividad social.

Temas

En Libre Mercado

    0
    comentarios