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Las 'facturas ocultas' de Gallardón disparan la deuda de Madrid en 2012

La deuda del Ayuntamiento aumentó en 1.000 millones de euros el pasado año debido al pago de las facturas atrasadas a proveedores.

La deuda del Ayuntamiento aumentó en 1.000 millones de euros el pasado año debido al pago de las facturas atrasadas a proveedores.

El Ayuntamiento de Madrid no sólo volvió a liderar la deuda de la Administración Local en 2012 sino que, además, su ya abultado nivel de endeudamiento registró uno de los mayores aumentos de los últimos años.

Las entidades locales acumularon una deuda total de 41.964,2 millones de euros a cierre del pasado año, 6.545 millones más que en 2011, lo que supone un incremento del 18,4% interanual, según los datos publicados este miércoles por el Ministerio de Hacienda. De dicho importe, 35.290 millones corresponden a los cerca de 8.000 ayuntamientos que existen en España. En concreto, las capitales de provincia presentan una deuda de 15.966 millones de euros, que se concentra, sobre todo, en las grandes ciudades (más de 500.000 habitantes), con 11.696 millones.

Pero el dato más llamativo es, un año más, el de Madrid. El consistorio que ahora dirige Ana Botella adeudaba un total de 7.429,6 millones de euros en 2012, la mayor deuda municipal de España. Esta cuantía equivale a casi el 18% de la deuda total de los entes locales; el 21% de la deuda de todos los ayuntamientos; la mitad (46,5%) de la deuda que acumulan las capitales de provincia; y el 63,5% de la deuda de las grandes ciudades. De hecho, la deuda de Madrid multiplica por seis la de Barcelona (1.780 millones) y casi por ocho la de Valencia (975,7 millones de euros).

Lo relevante, sin embargo, es que la deuda de Madrid se disparó en 1.082 millones de euros tan sólo en 2012, lo que supone un aumento del 17% interanual. Se trata del mayor incremento que registra el ayuntamiento desde 2006, cuando creció en 1.700 millones de euros.

Fuente: gráfico elaborado por @Absolutexe con datos de Hacienda

La razón estriba en el pago de las facturas atrasadas a proveedores que Alberto Ruiz Gallardón dejó como herencia a Ana Botella al abandonar su cargo como alcalde de la ciudad a finales de 2011 para pasar a ocupar el Ministerio de Justicia. Así, de los 8.756 millones de euros que el Estado inyectó a las corporaciones locales mediante el plan de pago a proveedores de 2012, Madrid acaparó 1.017 millones, casi la mitad del dinero total facilitado a las capitales de provincia (2.089 millones).

Gallardón era el alcalde que acumulaba la mayor deuda con proveedores de toda España. Las facturas atrasadas con empresas (deuda comercial) no figuraban como deuda pública en términos de Protocolo de Déficit Excesivo (contabilidad homogénea a nivel europeo), pero tras ser sufragadas por el Estado a través del Fondo de Proveedores pasaron a convertirse en deuda financiera y, por tanto, pública, ya que dicho importe se contabiliza como un préstamo del Gobierno a los ayuntamientos.

Esos cerca de 1.000 millones de deuda extra fueron el colofón de la gestión financiera de Gallardón, tras años de despilfarro y números rojos al frente del ayuntamiento. No en vano, cuando llegó a la alcaldía de Madrid (2003) la deuda del consistorio apenas ascendía a 1.455 millones de euros, pero cuando abandonó el cargo (2011) ya ascendía a 6.348, casi cuatro veces más.

Diferencia de criterios

Curiosamente, mientras que los datos del Banco de España y las fuentes del propio Ministerio de Hacienda consultadas por Libre Mercado confirman que este sustancial aumento de deuda se debe al afloramiento y liquidación de facturas municipales atrasadas, desde el ayuntamiento se da una explicación distinta.

Según fuentes del consistorio de Ana Botella, dicho incremento se debe a un cambio contable aplicado por Eurostat a mediados de 2012. Así, según esta versión, el Banco de España contabilizó como deuda el agujero que presentaba la empresa municipal de la vivienda y el suelo (629 millones) y otros 160 millones de deuda comercial (proveedores). Desde Hacienda, sin embargo, se insiste en que la clave radica en el plan pago a proveedores, tal y como recogen las estadísticas del Banco de España.

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