En concreto, el décimo decreto aprobado permitirá a partir de ahora realizar pagos fuera del país con tarjetas de débito, crédito o prepago, y eleva la cantidad que las personas físicas pueden sacar al extranjero de 2.000 a 3.000 euros, o su equivalente en moneda extranjera.
Asimismo, aumenta el importe de los pagos y las transferencias que los ciudadanos pueden hacer a otras instituciones financieras del país desde 3.000 a 10.000 el euros al mes, sin importar el motivo de la operación.
En esta línea, aumenta a 300.000 euros el importe permitido en las transferencias o los pagos a otras entidades de crédito de la república para la compra de bienes y servicios, presentando los documentos que así lo justifiquen.
Por su parte, los pagos o transferencias realizados fuera de Chipre en el marco de operaciones incluidas en la actividad profesional habitual del cliente requerirán presentar documentos acreditativos si su valor es inferior a 500.000 euros.
Entre 500.001 euros y un millón de euros requerirán la aprobación del comité del banco central y las superiores a un millón necesitarán además la presentación de documentos especiales.
En este sentido, se eleva también el importa de las transferencias de dinero fuera del país independientemente de su motivo desde 2.000 euros a 5.000 euros al mes. Pese a estas modificaciones, el Gobierno chipriota sigue manteniendo otras de sus limitaciones, como el límite 300 euros diarios en la retirada de efectivo en los bancos.
Chipre comenzó a aplicar a finales de marzo los controles a las transferencias financieras tras acordar aplicar quitas los depósitos de más de 100.000 euros como una de las condiciones para recibir una ayuda de 10.000 millones de euros de la 'troika' –la Comisión Europea (CE), el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI)–.