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Draghi critica a Rajoy por subir impuestos en lugar de recortar gastos

Critica que algunos gobiernos hayan apostado "por el camino más fácil" a pesar de los efectos contractivos de estas medidas.

El presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, rehusó entrar al trapo de las críticas contra las políticas de austeridad que recorren el continente. Ante el clamor de la necesidad de adoptar políticas de crecimiento que llega desde París, Roma o Madrid, y el mismo día en que la entidad monetaria decidió bajar los tipos de interés hasta su mínimo histórico, Draghi exhortó a los Gobiernos a "no deshacer los progresos alcanzados" y a abstenerse de subir los impuestos "en una zona del mundo donde ya están muy altos".

Mientras que en Europa se multiplican las críticas a las políticas de austeridad y a la cultura del rigor en las cuentas públicas impuesto por Berlín, en el BCE, su presidente, Mario Draghi, sigue fiel a su máxima de que "sin unas cuentas saneadas, no habrá crecimiento posible". Por eso, en la rueda de prensa posterior a la decisión del organismo de bajar los tipos hasta el mínimo histórico del 0'5%, el italiano no reculó, como sí ha tratado de hacer en alguna ocasión desde Bruselas el presidente Durao Barroso, acorralado por las críticas, en un intento de hacer un guiño a los descontentos ciudadanos.

Así, Draghi sigue defendiendo lo mismo que cuando ocupó el sillón presidencial que le cedió el francés Jean Claude Trichet en el otoño "caliente" de 2011. Tras lidiar con varias tormentas que Draghi no se cansa de recordar –fue especialmente virulenta la de julio de 2012-, el italiano ha seguido defendiendo la necesidad de que los Gobiernos del euro sigan en el camino de la consolidación fiscal. "¡No deshagan los progresos conseguidos hasta ahora!", exclamó Draghi este jueves, en clara alusión a las críticas que las capitales están dedicando a unas políticas que consideran fracasadas y que, según él, "han conseguido recuperar la confianza en la eurozona".

De hecho, el italiano tiene su propia teoría acerca de por qué los recortes no están mejorando la situación. "No me extrañan los efectos recesivos de esta consolidación fiscal", admitió Draghi, que achacó parte de culpa a que dichos esfuerzos se centren en lo que calificó de "camino fácil", es decir, en subir impuestos. "¡Estamos hablando de subir impuestos en una zona del mundo donde ya están muy altos!", exclamó, muy crítico.

La voz de Draghi tronó desdende Bratislava para unirse a la del comisario europeo Olli Rehn que, desde Bruselas, había criticado precisamente esa tendencia de algunos Gobiernos a cargar las tintas sobre los impuestos, en lugar de recortar el gasto en el que incurren.

A cambio de los esfuerzos que Draghi exige a los Gobiernos, el presidente del BCE prometió, como ya ha hecho en el pasado, seguir "estudiando" la manera de que el crédito fluya; se rompa, por tanto, la fragmentación en la zona euro, y las empresas puedan volver a respirar gracias a un más fácil acceso al crédito.

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